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La presidenta se indigna por la batalla campal en un partido de fútbol

Las imágenes de la batalla campal entre seguidores del Atlético Paraenense y el Vasco de Gama han provocado la consternación en Brasil, que se prepara para acoger dentro de seis meses el Mundial de Fútbol. La presidenta, Dilma Rousseff, señaló antes de tomar el avión que le iba a trasladar a Sudáfrica que «el país del fútbol no puede tolerar la violencia en los estadios». El encuentro, calificado de alto riesgo, fue trasladado a Joinville (estado de Santa Catarina), en el sur de Brasil, para intentar evitar los enfrentamientos.