Maite Soroa
msoroa@gara.net
PAPEREZKO LUPA

Marca blanca: en todo lugar y para todo uso

Servidora leía la prensa de Madrid y constataba, una vez más, que si no fuera por los abertzales de izquierda y su labor política, algunos no tendrían de qué escribir y, seguramente, de qué vivir. Se han montado tal chollo con la «información» de este país, que con una consigna tienen para todo y les basta.

La consigna del fin de semana, dentro de la política de meter cizaña, del populismo vengativo y de embarrar el escena- rio político vasco ha sido la de hacer de todo una marca blanca, utilizable en todo lugar y para todos los usos.

El «Abc» hacía la frase del día con el discurso del presidente de Sortu, Hasier Arraiz, al que definía como «actual portador de la marca blanca de ETA» y lo situaba en «una marea negra de miseria moral». Y todo ese contraste de blanco y negro y toneladas de mala leche por el sencillo homenaje a Nelson Mandela que Sortu tributó en Donostia.

Como no podía ser de otra manera y viene siendo normal desde la posición de marca de la «La Razón», el periódico de Marhuenda le pasaba otra vez al «Abc» por la (extrema) derecha. A doble página en color y sendas fotos gigantes de Arraiz y Rufi Etxeberria, hablaban de «robo a Madiba» en un «ejercicio delirante por comparar a Otegi y Mandela». El resto, se lo ahorro; que tiene muy mala leche y mucho peor gusto.

La cantinela de la marca blanca se hacía extensible a la iniciativa «Tantaz tanta», que consideran «una burla a la ley» de Herrira que, a su vez, es presentada como «tentáculo de ETA». Y para hacer el gracioso, el invitado de la semana era el ya habitual concejal del PP en Elorrio, Carlos García, otro de los que quiere seguir haciendo carrera y cartera a cuenta de la tontería. En su nada original pieza de «mETAmorfosis» seguía la senda de las marcas para llegar a la brillante conclusión de que «nacen con apariencia bondadosa y avanzan como gusanos».

La misteriosa y un poco mosqueante quema de contenedores que presentan y editorializan como reaparición de la kale borroka o la presencia en Durango de cuatro jóvenes -y miles de solidarios disfrazados como ellos- buscados por la Audiencia Nacional sirven para seguir dando la petardada.

Ya ven, cogen gusto a la marca blanca y no paran. Parece que se la meten por la nariz.