Ertzainas corriendo detrás de militares ebrios. Éste fue el «espectáculo» que narran vecinos del barrio donostiarra de Loiola en la tarde de este domingo. Era día de celebración para los militares españoles: la Inmaculada, patrona de la brigadilla de infantería ligera San Marcial, que es la unidad acantonada en la CAV (en el cuartel gasteiztarra de Araka hubo un acto con el delegado español, Carlos Urquijo, y el diputado general, Javier de Andrés). Y en Loiola, la fiesta acabó en altercado. Vecinos relatan a GARA que ya desde primeras horas de la mañana comenzaron a lanzar cohetes desde el cuartel, pero fue por la tarde cuando un grupo de militares vestidos de paisano se acercó a los bares del barrio.

Los propios militares se encargaron de que su presencia no pasara desapercibida. Aparecieron al grito de «Viva España» y «Viva Franco», con clara intención de provocar a los vecinos del barrio. Un grupo se dirigió a los soldados para hacerles ver que «Esto no es España». Las palabras pasaron a algo más cuando uno de los militares arrojó un vaso vacío a los vecinos.

Tras un amago de marcharse de vuelta al cuartel, poco después unos pocos militares volvieron a las calles del barrio. Los testigos que relatan los hechos a GARA subrayan que hicieron gestos obscenos, llegando a enseñar los genitales, y profirieron gritos machistas.

El detenido, en libertad

La tensión iba en aumento y la Ertzaintza hizo acto de presencia. Fueron tres las patrullas de la Policía autonómica que se acercaron al lugar de los hechos, aunque los vecinos afirman que «los ertzainas salían de todas partes». Entonces, los militares empezaron a correr y se metieron en el cuartel, menos uno, que resultó ser detenido.

«No es una cosa habitual. No suelen andar mucho por aquí, no se les ve casi. En los últimos años no ha pasado nada, pero ayer...», resumen estos testigos. Durante el día la presencia de agentes armados no se limitó a los militares o a la Ertzaintza, ya que, según la información que recibió este diario, en el paseo de al lado del río también hubo numerosos guardias civiles con metralletas en mano.

Para corroborar la información recibida, GARA se puso en contacto con la Ertzaintza, que confirmó la detención, de la que no se había ofrecido información oficial con anterioridad. Indicó que el detenido fue un varón y que su arresto se produjo por «desobediencia» y «resistencia a la autoridad». El militar detenido ya se encuentra en libertad, a la espera del rumbo que tome el proceso judicial.

Algunos antecedentes

Sin embargo, el de Loiola no es un hecho casual, ni puntual. Durante los últimos años se han vivido unos cuantos sucesos de este tipo con militares españoles como protagonistas. Y con diferentes víctimas. De hecho, en diciembre del año pasado seis de ellos fueron llevados a juicio acusados de agresión al parlamentario navarro Eloy Villanueva (PP). El altercado tuvo lugar en una zona de copas de Iruñea.

Muy conocido fue el caso de 2005, cuando el militante a favor de los derechos de las personas homosexuales Mikel Martin fue objeto de una paliza por parte de cuatro militares. Los hechos tuvieron lugar en la calle Urbieta, en pleno centro de Donostia, cuando cuatro militares comenzaron a destrozar el mobiliario urbano mientras proferían gritos contra ETA y contra el Plan Ibarretxe. Éstos se acercaron entonces a Martin y comenzaron a propinarle golpes provocándole importantes heridas. Un juzgado de Donostia condenó a dos de los acusados a dos años de cárcel.