El presidente de Osasuna, Miguel Archanco, lanzó ayer un órdago ante la posibilidad de que se puedan modificar los estatutos del club. Si eso ocurre, previa recogida de firmas y decisión adoptada en una asamblea extraordinaria, el actual máximo mandatario del club rojillo abandonaría su cargo, al considerar que la entidad sería «ingobernable» y tildó de «auténtico despropósito» las modificaciones que se han recogido en un borrador para reformar el reglamento osasunista.

Archanco aseguró que la «disconformidad» ya surgió desde el inicio, en concreto con el preámbulo de dicho documento. «Le hemos dado mucha importancia a este apartado porque cuando se asegura que los nuevos estatutos van a ser democráticos, te echas a temblar. Los actuales, que datan de 1999, cumplen el marco legal vigente y fueron aprobados por los socios. Lo que se dice en el borrador es una ofensa a los socios de entonces», indicó.

Como consecuencia del informe que redactaron «quienes leímos con detenimiento» el documento -él mismo, el gerente Ángel Vizcay y el directivo Juan Pascual-, la junta directiva lo desestimó por considerar que era «inasumible». «En principio, no estábamos ni en contra ni a favor de la reforma de los estatutos, pero creemos que no ha surgido ninguna laguna para realizar estas modificaciones, que no es una petición mayoritaria de los socios», amplió.

«A título personal»

A lo largo de su intervención, Archanco remarcó en varias ocasiones que quienes han emprendido la iniciativa de recoger firmas este sábado para forzar una asamblea extraordinaria lo están haciendo «a título personal». «La comisión quedó disuelta tras no admitirse el borrador y, de momento, que yo sepa, no han dicho que son representantes de los respectivos colectivos a los que pertenecen», expuso.

«Sinceramente, no creo que sea una actuación en contra de esta junta directiva -añadió, en referencia a la recogida de firmas-, pero opinamos que, al rechazar el borrador, estamos defendiendo los derechos de los socios y la gobernabilidad del club», matizó. En todo caso, el presidente no ve ningún punto de encuentro. «No hay ninguna posibilidad, es una discusión imposible e inviable, la comisión ya es punto y final», afirmó categórico.

Como consecuencia de ello, los actuales dirigentes del club no tienen «ninguna intención» en la presente legislatura de modificar los estatutos. «Se quedan como están», dijo Archanco. Respecto a la posibilidad de que se recojan las firmas necesarias y sea pertinente convocar una asamblea extraordinaria, el presidente no se toma tal opción como si fuese «una moción de censura, porque esta última sigue otro reglamento estatutario», aunque le pareció «estupendo que haya socios que no estén de acuerdo con la junta».