Los accionistas de la Real Sociedad están convocados a las siete de esta tarde en el velódromo Antonio Elorza de Anoeta para participar en una Junta General en la que el punto más importante es la propuesta de reelección del Consejo. Una votación que se convertirá en un acto de desagravio con el grupo de trece personas lideradas por Jokin Aperribay que tuvo la valentía de presentar el 20 de diciembre de 2008 una remoción a Iñaki Badiola para sustituirlo.

Será en el mismo escenario en el que la Real vivió la página más vergonzosa de su historia, con un presidente democráticamente elegido por la mayoría de la masa accionarial de la Real que salía escoltado por la Ertzaintza ante los insultos y el acoso de los seguidores de Badiola. Los accionistas tendrán la oportunidad de agradecer su valentía, se demostró que no era fácil presentarse aquel día, y el trabajo que ha permitido al club pasar de la peor situación de su historia a una de las mejores.

El Consejo liderado por Aperribay recogió la Real al borde de la desaparición, en Ley Concursal con una deuda inasumible, con un presidente enfrentado con la realidad y con todos los que conformaban el club. El primer equipo estaba en Segunda harto de la locura que le rodeaba. Cinco años después la Real ha jugado Liga de Campeones, es sexta en la Liga, el club está unido y económicamente presentará unos datos que reflejan la gestión del Consejo.

50 millones de razones

De todos los datos económicos que se presentarán hoy en la Junta de Accionistas hay una tabla que destaca sobre todas los demás porque muestra la evolución positiva que ha seguido el club en los cinco años que ha estado dirigido por Aperribay.

Esa tabla indica que en la temporada 2008-09, en la que el Consejo actual entra a sustituir a Iñaki Badiola, la Real tenía un patrimonio neto a efectos de disolución negativo de 30,6 millones y ahora presenta uno positivo de 54,6. Y el dato más importante. Tenía hace cinco años unos fondos propios negativos de 43 millones de euros que obligaban a la disolución de la sociedad si no se tomaban medidas correctoras y ahora presenta siete en positivo.

Son las 50 millones de razones que dan por bueno el cambio en lo económico, con una previsión de beneficios de 40,2 millones de euros para esta temporada gracias a los ingresos extraordinarios registrados por la marcha de Asier Illarramendi y la participación en la fase de grupos de la Champions.

Eso motivará que esta temporada la Real prevea unos ingresos de 95,02 mientras que los gastos alcanzan los 54,82, con un incremento de más de diez millones con los 43,92 que se gastaron la pasada temporada y que llevaron a la Real a la clasificación en el cuarto puesto.

Las cuentas de la pasada temporada se saldaron por cuarto año consecutivo con un superávit, de 670.000 euros, al subir los ingresos a los 44.59 gracias al nuevo contrato televisivo. Con él, la Real pasó de ingresar 16,5 millones a alcanzar los 23 y eso permitió compensar el descenso registrado en otras partidas afectadas por la crisis.

Serán muchos más los datos que se presentarán esta noche, pero por una vez la Junta no será una ensalada de números sino un acto de desagravio con los trece valientes que hace cinco años se lo jugaron todo entre amenazas para salvar a la Real.