Jon ORMAZABAL
Campeonato de Parejas

Se trabajaron la pedrea

Titín III-Merino II aguantaron la velocidad de Ezkurdia-Zabaleta, que cometieron hasta 15 errores en juego.

TITÍN III-MERINO II 22

EZKURDIA-ZABALETA 19

Con semejante cantidad de errores, sobre todo en la primera mitad del partido, en el conocido como «día de la salud», se podría decir que Titín III-Merino II -solo consiguieron seis tantos en juego y un saque que Zabaleta debió restar- fueron agraciados en la especie de lotería en la que se convirtió el partido. Sin embargo, eso sería pasarse por alto el buen trabajo y, sobre todo, la gran defensa exhibida ante la velocidad que, por momentos, la pareja de la Sakana le imprimió a la pelota. Solo el 21-18 terminado por el de Tricio en el txoko merece un reconocimiento en este sentido.

De todos modos, ambas parejas deberán mejorar bastante las prestaciones ofrecidas ayer en un Astelena en el que el material tampoco puso demasiado de su parte y las pelotas terminaron cogiendo mucho vuelo.

En este sentido, fue el vigente campeón, José Javier Zabaleta, el que más se alejó de su verdadero nivel, o por lo menos del exhibido el año pasado junto a Juan Martínez de Irujo. No está pasando el de Etxarren por su mejor momento y ayer volvió a vérsele sin poder coger su sitio en el frontón. Cometió hasta 10 errores en juego, una rémora excesiva, pero además nunca se le vio cómodo en la cancha de la Catedral, varias pelotas se le quedaron cortas y no ejerció el dominio que solía.

Mejor tras el ecuador

Así, los colorados enseguida fueron adquiriendo rentas en el marcador, que tampoco fueron demasiado importantes, ya que tampoco los riojanos se mostraron excesivamente seguros, con Merino fallando alguna pelota de más con su magnífica zurda y Titín con enormes dificultades para terminar el tanto y cometiendo alguna que otra estorbada que estuvo de más.

Aunque también alternó algún que otro error con pelotazos absolutamente brillantes, Joseba Ezkurdia fue el pelotari más regular del cuarteto, que fue carburando según se fueron sucediendo los tantos.

Eso sí, el dominio sobre el juego fue siempre azul, y es que la explosividad de la pareja navarra está fuera de cualquier duda y poseen el poder suficiente para superar a cualquier rival en cuanto consigan minimizar sus errores no forzados. De esta manera, lograron adelantarse en el marcador 14-17 a nada que enlazaron media docena de tantos sin conceder regalos.

Su consistencia, sin embargo, se evaporó enseguida. Los riojanos exhibieron ese gen competitivo que les dio la txapela en 2012. Jugando como todo un veterano, David Merino se vació atrás y Titín cruzó un buen par de ganchos, mientras Ezkurdia y Zabaleta volvieron a cometer los mismos errores.