BERASALUZE - ALBISU 21

XALA - ZUBIETA 22

En términos futbolísticos, el «gol del cojo» es conocido por aquel que es conseguido por un jugador de campo que, con los cambios agotados, entendiendo que es donde menos molesta, se coloca como delantero centro y aprovecha la escasa atención que le prestaban los contrarios para conseguir rematar a gol. Con menos literatura en torno a nuestro deporte, adaptando el término, lo sucedido ayer en el Beotibar podría calificarse como la «remontada del manco», ya que Aitor Zubieta, que apenas podía golpear la pelota con su derecha a partir del ecuador del partido, remontó junto a un muy trabajador Xala, un partido que se les había puesto imposible con un 15-5 en contra.

Siguiendo un poco con las comparaciones, el final del partido fue un poco lo de la manta demasiado corta, ya que si a los azules no les llegó para cubrirse atrás, a los colorados el partido se les hizo demasiado largo y fue la vanguardia la que se les resfrió, ya que Pablo Berasaluze terminó hundiéndose en un partido en el que tuvo un comienzo en plan artista.

Y es que, el de Berriz tuvo un arranque de partido que nos recordó al mejor Pablo, al de hace un año. Ni siquiera necesitó de la ayuda de Albisu para encadenar cinco tantos consecutivos con apenas seis pelotazos del ataundarra. Sin embargo, apenas han pasado dos meses desde que el vizcaino regresó a las canchas tras su grave lesión y necesita tiempo para recuperar su mejor nivel competitivo.

En ese sentido, el de Asegarce es afortunado en contar con Jon Ander Albisu en la zaga, porque ahora mismo es el mejor aliado que puede tener. Si en los Parejas anteriores era el delantero el que supo tirar del zaguero cuando el frontis se le hacía pequeño al goierritarra y le costaba llevar las pelotas al verde, ahora es Albisu el que puede y debe dar confianza a Berasaluze para recuperar su mejor versión.

Como hace siete días en el Bizkaia, Pablo disfrutó muchísimo gracias al dominio absoluto de Albisu sobre Aitor Zubieta. El de Etxarri tiene la derecha bajo mínimos y, por mucho taco que ponga, se le carga enseguida, con lo que enseguida comenzó a dejar pelota servida al vizcaino, que este no desaprovechó para adelantarse 15-5 y dejar el partido aparentemente decantado a su favor.

Reacción azul

Sin embargo no fue así y el partido dio un vuelco por el que nadie apostaba. Ya les pasó el sábado pasado en el Bizkaia y ayer les sucedió algo similar. La confianza de Pablo Berasaluze fue reduciéndose a la par que su respuesta física fue mermando -se retiró a vestuarios en el 17-12- y sin la puntilla del delantero, el poder del zaguero fue careciendo de efectividad. La de Asegarce es una pareja muy complementaria, pero que baja mucho en cuanto uno de los dos desaparece.

Por contra, Aitor Zubieta sí que tiene la capacidad de hacer que Xala saque su versión más rocosa y se exprima en cada partido. Esa fue una de las claves de la txapela de 2010 y lo es de las dos victorias de este año. El de Etxarri puso la constancia y la seguridad que no tuvieron sus rivales, mientras que el de Lekuine se partió la cara fajando y dejando voleones como el del 21-20, hasta culminar una remontada imposible que será recordada durante mucho tiempo.