Ramón SOLA
Conclusiones del debate interno de EPPK

Aportaciones por escrito de más de 300 presos

Este debate no es obviamente el primero que realiza el Colectivo, pero de su relevancia da muestra el nivel de participación. Según explican en un balance aportado a GARA, más de 300 presos y presas han suscrito aportaciones por escrito. Han participado en total 609. Y han llegado a una conclusión pese al torpedeo de los estados español y francés, que los tienen divididos en 81 prisiones y 172 galerías.

Realizar un proceso de reflexión y debate interno sobre un tema de tanto calado entraña dificultades para cualquier colectivo humano, pero en el caso de EPPK se convierte en una auténtica odisea. Según un balance hecho llegar a GARA junto a la declaración de ayer, los 609 prisioneros que han participado en estos meses de proceso están repartidos en nada menos que 81 cárceles y en 172 galerías. Entre las del prisiones del norte del Estado francés y las del sur del español hay 2.000 kilómetros de distancia. Por término medio los grupos son de tres-cuatro presos, aunque un buen número se halla en aislamiento.

A todo ello se suma el insistente espionaje a las comunicaciones, que una y otra vez en este tipo de debates del Colectivo desemboca en filtraciones parciales e interesadas. De hecho, ya hace semanas que varios diarios publicaron detalles sobre iniciativas futuras que baraja el Colectivo como desarrollo de la posición tomada ayer, como reclamar por las vías legales su traslado a cárceles vascas. La declaración enunciada por Marixol Iparragirre explica que en realidad los pasos posteriores a esta toma de posición de ayer se pretenden consensuar con la ciudadanía vasca y sus diferentes representantes. La noticia de ayer, por tanto, no coincidía con las filtraciones de estas últimas semanas, aunque evidentemente tampoco es contradictoria: abre las puertas a dar pasos concretos para reclamar primero el acercamiento y luego la puesta en libertad, del modo y en la fecha que se determinen a partir de ahora.

En total 609 presos han participado en este debate de meses, iniciado en verano. Destaca que más de la mitad han suscrito aportaciones por escrito, bien individuales o bien en grupos. En concreto, se han recogido 33 propuestas personales, 39 emanadas de asambleas en las cárceles (con 244 firmantes en total), 3 más son aportaciones en grupo (12 presos) y 6 han sido propuestas añadidas con posterioridad. En total, por tanto, 81, que abarcan a 289 presos y a las que hay que sumar las 20 presentadas por los miembros de la dirección de EPPK, que se formulan de modo estable y permanente. Esta participación es valorada muy positivamente por el Colectivo, tanto por el grado de implicación como por su carácter constructivo.

Trabas y tensión

Las excarcelaciones de los últimos meses, en su mayoría derivadas de la anulación por Europa de la doctrina 197/2006, han reducido hoy el Colectivo a 526 personas, de las que solo cinco están en cárceles vascas. No obstante, las dificultades para debatir han seguido siendo las mismas, dado que la dispersión no se ha reducido. En la actualidad se cuentan 393 presos en el Estado español en un total de 50 cárceles, 116 en el francés en 28 prisiones y tres más en otras cárceles europeas. Los ocho restantes están en casa en prisión atenuada.

La disposición de EPPK a participar desde el inicio en el proceso de búsqueda de soluciones abierto por el Foro Social ha sido notoria, pero nunca ha contado con facilidades para ello. Los portavoces del Colectivo reclamaron permisos penitenciarios para acudir a las sesiones de marzo, en las que tomaron parte expertos internacionales. Les fueron denegados. Personas que componen el grupo de mediación de EPPK en el exterior sí estuvieron en los foros de Iruñea y Bilbo.

El debate se ha desarrollado además en una situación crispada en las prisiones por el mantenimiento estricto de las medidas de excepción. EPPK destaca los casos de Sevilla-II (con una huelga de hambre de 30 días), Soto, Lyon, Fleury, Fresnes y Seysses. De junio a aquí se han producido seis ataques de funcionarios a presos vascos, en los dos estados. Se han recrudecido los registros en las celdas en busca de documentación y se han mantenido las trabas a las comunicaciones, con nuevas prácticas como la desaparición de periódicos destinados a los presos.

Pese a todo ello, el debate ha concluido y su contenido era ayer resaltado como noticia positiva incluso en los diarios de Madrid.