Sortu considera evidente que la declaración del sábado marca «un antes y un después para el cambio de la política penitenciaria y el fin de la dispersión». Así lo subrayó en una comparecencia en Donostia para valorar la posición de EPPK y el escenario que abre, en la que intervino Pernando Barrena, portavoz nacional, junto a Amaia Izko y a Rufi Etxeberria.

Los contenidos del comunicado suponen para Sortu «un ejercicio de gran calado político» y «una aportación de primer orden» y «conllevan un ejercicio de responsabilidad que debe servir para hacer viable el proceso de paz».

Destacaron concretamente el reconocimiento del sufrimiento causado; la asunción del escenario que surge de la decisión de ETA de terminar con la lucha armada y la renuncia paralela a los métodos del pasado; la aceptación de que en su proceso de excarcelación se deberán utilizar cauces legales, que será escalonada y que se basará en compromisos individuales; y la asunción de la responsabilidad derivada de su actuación, incluidas las personales.

«La potencialidad de esta reflexión es incuestionable», concluyó Barrena.

Añadió que las conclusiones del Colegio «encajan perfectamente con los esfuerzos» que se realizan en Euskal Herria y desde la comunidad internacional para la resolución del conflicto.

Así las cosas, Sortu lanzó un emplazamiento a las instituciones, fuerzas políticas y sociedad civil a «implicarse por medio de la movilización y el compromiso» para terminar con la política penitenciaria. Remarca que «es el momento» y que resulta «urgente» poner fin a la política de dispersión.

Respecto a las valoraciones de Iñaki Oyarzábal (PP) y de otras formaciones como UPN y UPyD que han sido las únicas en quitar valor al comunicado, Barrena señaló que «quienes ante cualquier avance se limitan al discurso de la insuficiencia o de que llega tarde» deben pensar «si acaso no ha llegado el momento de cambiar la política penitenciaria».

«Algunos agentes políticos están acostumbrados a exigir siempre a la otra parte, pero tendrían que preguntarse en qué nivel están dispuestos a implicarse para terminar con la dispersión», apostilló.

Sobre los próximos pasos que pueden seguir a esta toma de posición, Pernando Barrena indicó que en todo caso «corresponde al Colectivo de Presos determinar de qué modo y de qué manera se puede formalizar la utilización de la legalidad penitenciaria para facilitar su proceso de excarcelación».

Sí hizo hincapié Sortu en que EPPK «es parte de ese conflicto político y por lo tanto debe ser sujeto activo en el proceso de resolución, al igual que el resto de actores políticos y sociales». Y citó esta necesidad de «garantizar su participación y posibilitar su aportación» como otro motivo para reclamar el fin urgente de la dispersión.