Pablo CABEZA
Edición revisada de un libro clave en la historia del rock vasco

Elena López Aguirre y Pedro Espinosa: músicos, periodistas, escritores y curiosos

E l primer acercamiento con Pedro Espinosa surge de las reuniones para crear las páginas Bat Bi Hiru... del periódico «Egin». Poco después le tenía en los escenarios al frente de Potato, banda que crea junto al guineano Juan Borikó, amigo de infancia. Su rango de voz no resulta generosa, pero salva la situación con sus graves metálicos con eco pulmonar. Creo que su mejor canción es «Rula» y que, de alguna manera, Espinosa se convierte en un pionero del rap. En el periódico firma como Kepasa y en «su» Jamaica es aianai, del I&I de la isla. Desde hace años trabaja en Radio Vitoria, donde su voz deja de lado a tanta garganta ingrata y antiestética.

Elena López Aguirre es su compañera en la vida y en el trabajo. Con Pedro descubre la radio en Radio Cadena, a primeros de los ochenta. Después escribe también en el suplemento BBH, ambos con mucha solidez, y donde sustituye a Kepasa. También fue guitarra de Potato. La Asociación Cultural Aianai nace a finales de los 90 en Gasteiz. Su precedente fue Ediciones Aianai, editorial que publica «Hertzainak. La confesión radical» (1993), «Del txistu a la telecaster. Crónica del rock vasco» (1996) y «Potato reggae banda. La utopía de una Euskadi Tropikal» (1998), todos escritos por la familia Espinosa/López Aguirre, quien, no obstante, redondea todo su legado con un soberbio y descomunal «Historia del rock vasco: edozein herriko jaixetan» (2011). Un libro que continúo consultando habitualmente.

Ambas biografías son más amplias y complejas (Espinosa aún tiene más balas), así que lo descrito es una síntesis imposible ante una pareja dinámica. Razón por la que no extraña que hayan dado un excelente y sólido repaso a la primera biografía sobre Hertzainak. La revisión gana en puntos de vista, corrige datos y amplía la información. Se es más meticuloso y no pierde la frescura original.