El Ibex no ha dado por concluida su fiesta y ayer la alargó una nueva jornada, la cuarta consecutiva, para subir hasta los 10.253,60 puntos, tras anotarse un 0,74%. Acumula en cuatro sesiones un 5,05%, casi 500 puntos. El resto de plazas europeas no está invitado, tal como lo reflejaban las cesiones leves de Fráncfort y París, inferiores al 0,10%, y el recorte notable de Londres (-0,50%). El buen comportamiento del sector financiero y la sostenida mejora en el mercado de deuda repetían como principales argumentos para las compras. Los expertos esperan que los bancos hayan hecho sus deberes para limpiar los balances y fortalecer los recursos propios. Por otro lado, la prima de riesgo se iba por debajo de los 190 puntos y la rentabilidad del bono llegaba a perder el 3,8%, algo no visto desde 2009. Además, desde Estados Unidos se ratificaba la buena marcha del empleo al haberse creado en diciembre 230.000 puestos de trabajo en el sector privado. Dentro del Ibex, el más entonado era Popular (+8,94%), que suma ya un 23,15% en el ejercicio. Caixabank (+3,18%) y Sabadell (+2,50%) también lograron importantes subidas, mientras que el resto del sector ganaba menos del 1%. Los títulos de Indra y Mapfre se revalorizaban más de un 4%. En el lado opuesto, sobresalían los descuentos de Gamesa (-3,35%) y Sacyr (-2,65%), que frenaban el ímpetu de sesiones anteriores. En París, los bancos volvían a mostrar músculo. Société Générale avanzó un 2,97%, mientras que Crédit Agricole y BNP Paribas sumaban más de un 1%. Entre los perdedores, el peor era Technip al ceder un 2,06%.