REAL MADRID 2

OSASUNA 0

Demasiados obsequios ante un adversario de tanta calidad. Osasuna llegó a jugarle con desparpajo al Real Madrid en algunas fases del encuentro, pero pagó muy caro sus dos errores en estrategia y defensa ante un rival con semejante pegada.

Bien es verdad que el cabezazo de Benzema rozando el fuera de juego fue el único pero que se les pudo poner a los de Javi Gracia durante la primera mitad, impecables en la tarea de contención, valientes a la hora de salir con el balón jugado y más bien inocentes cuando se vieron enfrente de Casillas.

Cejudo y el ayer lateral derecho Oier -el lizartarra tiene química para que le llegue el balón dentro del área rival- fueron quienes estuvieron más cerca de dar un disgusto al Bernabéu y contrarrestar la diana anotada por el internacional francés. Al de Puente Genil le impidió el gol una buena parada del cancerbero blanco (m.8) y al lizartarra le faltó precisión, primero con la testa (m.30) y luego con la zurda (m.40).

Mientras, los anfitriones solo tenían manera de llegar a balón parado -faltas y saques de esquina-, con un Osasuna bien ubicado, atento en las ayudas y sin temor a manejar la pelota. Había motivo para la esperanza si se disponía de un poco más de acierto en los últimos metros de la portería merengue.

Cuarto de hora sin rumbo

Los rojillos saltaron más perdidos tras el paso por vestuarios y el cambio de Silva -entendible solo desde el punto de vista liguero- no ayudó. La salida del chileno del campo coincidió con los mejores momentos locales y el gol de Jesé, que ponía las cosas todavía más difíciles. Le costó un buen rato a la escuadra navarra reponerse del segundo golpe, pero ya no dispuso de la circulación de balón que ofreció durante la primera parte.

El Real Madrid tuvo en las botas de Cristiano Ronaldo y Bale la opción de sentenciar la eliminatoria, pero no materializó sus ocasiones. La empresa se antoja francamente complicada, pero no debemos olvidar que hace un mes Osasuna llegó a ir con dos goles por delante en Liga.