Amaia U. LASAGABASTER
PRIMERA FEMENINA 16ª Jornada

Erika rompe el equilibrio

Dos goles de la delantera navarra permitieron al Athletic remontar el partido. La Real se había mostrado mucho más incisiva en el primer tiempo, en el que se adelantó por medio de Naiara Beristain.

REAL 1

ATHLETIC 2

La calidad, como sucede tan a menudo, decidió el derbi. Una delantera mayúscula, como es Erika Vázquez, aprovechó dos llegadas al área para remontar un partido que se le había puesto muy complicado al Athletic. No solo porque la Real se había adelantado, merecidamente, en el primer tiempo, con todo lo que eso significa en un choque de estas características, sino porque las donostiarras supieron sufrir después para defender su ventaja ante un rival que incluso desplegando todos sus recursos estuvo a punto de quedarse sin los tres puntos.

Ya lo había intentado en el primer tiempo. Pero, quizá excesivamente confiado en su capacidad para controlar balón y ritmo, al cuadro rojiblanco le faltó el puntito extra de intensidad que sí ofreció la Real prácticamente desde el pitido inicial. Concentradísimo en defensa y consciente de la pegada visitante, el equipo de Unai Gazpio realizó contadísimas concesiones. Apenas un despiste en banda izquierda que aprovechó Iraia para servir y Nekane para rematar, y que Bergara acabó sacando bajo palos. O, ya cerca del descanso, un error garrafal de Cristina Cornejo, que dejó escapar el balón ante Irene, aunque el remate de la central legazpiarra se marchó fuera. La guardameta txuriurdin se resarció de inmediato, evitando con sus reflejos que el cabezazo de Vanesa Gimbert entrara en la portería.

Para entonces, la Real ya marchaba por delante en el marcador. Y es que la escuadra guipuzcoana no se conformó con cercenar la iniciativa visitante. La labor de zapa de Itxaso y Lizaso en el centro del campo se vio compensada con el trabajo, tan inagotable como incisivo, de sus compañeras más adelantadas. Sobre todo de Aintzane Encinas, de cuyo empeño salió el balón que Naiara Beristain remató duro y por bajo, cuando se cumplía el minuto 20, para firmar el primer gol del partido. La capitana repitió asistencia, casi de inmediato, pero el remate cruzado de Nahikari García se marchó fuera por milímetros.

Aunque también dispuso de un par de ocasiones claras, el Athletic sufrió durante muchos minutos ante el empuje local. Solo en el tramo previo al descanso pareció que las rojiblancas se sacudían de encima la presión donostiarra.

Cambios con resultados

Una sensación que fue a más en la segunda parte. Juan Luis Fuentes fortaleció el centro del campo con la entrada de Joana Flaviano -lo que derivó en una pequeña catarata de movimientos sobre el césped, incluyendo la presencia de Erika en punta de ataque- y el partido se tiñó de rojiblanco. Solo, de inicio, en posesión y control del juego. Porque el marcador seguía en manos de una Real que asumió que le tocaba sufrir y redobló esfuerzos defensivos. Pero le costó, bien porque inconscientemente no quiso poner en peligro su ventaja, bien porque no pudo, compatibilizarlo con salidas a la contra que le permitieran acariciar la sentencia.

Acabó pagándolo ante un rival que, como en ocasiones reclama su técnico, insistió pero sin dejarse llevar por las urgencias. La calidad -y el trabajo, extenuante- de Erika hicieron el resto. Al cuarto de hora de la reanudación, la artillera navarra firmaba el empate, al culminar una buena jugada colectiva cabeceando el servicio de Alazne. A cinco minutos del final culminaba la remontada, atenta ante el error de la zaga realista en el despeje de una falta para empalmar el 1-2.

Alegría para las rojiblancas -redoblada porque Arrate Orueta se contaba entre las que pudieron celebrarlo sobre el césped, disputando sus primeros minutos de la temporada-, que hoy cruzarán los dedos pensando en la visita del Barcelona al Mallorca. Y desilusión entre las donostiarras, que volvieron a acabar con la sensación de que su trabajo había merecido una mayor recompensa.