Iñigo Sáenz de Ugarte
eldiario.es, 2014/1/9
HEMEROTEKA

La venganza y la cobardía del Gobierno en el fin de ETA

El ministro de Interior calificó de «repugnante y deleznable» el acto en Durango de los presos de ETA liberados gracias a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. (...) La detención de ocho personas en Bilbao parece ser un regalo de Reyes a la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) con el fin de congraciarse con un grupo de presión, en estado de máxima tensión desde la sentencia que puso fin a la aplicación retroactiva de la doctrina Parot, que pretende que aceptemos que la justicia debe dar cobertura legal a la venganza.

(...) todo esto tiene poco que ver con el Derecho, y sí con los intereses del Gobierno. Los agentes de la Guardia Civil han ido directamente contra los abogados y otras personas que hacen de puente entre los presos y las organizaciones políticas de la izquierda abertzale.

En cualquier proceso de estas características, los presos juegan un papel fundamental como grupo de presión o como colectivo que hay ganarse para emprender nuevas vías. Para convencer a todos los dirigentes del IRA de que el fin de la violencia era un paso irreversible, el Sinn Fein se preocupó de ganarse el apoyo de los presos de la organización. La prioridad era también impedir que un sector minoritario pero relevante provocara una escisión que diera al traste con todo. No creo que sea necesario extenderse en la importancia de esto último.

(...) El Gobierno hace declaraciones constantemente, azuzado por la prensa conservadora y aterrorizado por el impacto de esos mensajes en su electorado, lleva al Parlamento reformas legales de dudosa constitucionalidad y manda a la Guardia Civil a practicar detenciones con la intención de no moverse ni un milímetro de su posición. Es decir, intentar hacer ver a la gente que la declaración de ETA con la que puso fin a la violencia nunca existió y que mañana o pasado puede haber un atentado. Es irreal, es absurdo, pero es lo que tiene la cobardía. (...)

La filtración de la noticia de las detenciones antes de que comenzara la operación policial de Bilbao es sólo la guinda de este despropósito político. (...) la chapuza es una buena metáfora de la actuación del Gobierno en todo lo relacionado con el fin de ETA. Quieren que cerremos los ojos a la realidad, que no leamos lo que estamos leyendo, que nos limitemos a digerir sus comunicados tramposos.

La «fuente informante» es una máquina de desinformación que pretende que sigamos viviendo en los años del plomo. A ellos les corresponde convencernos de que no añoran esos tiempos detestables.