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PNV, PSE y PP se disponen a apoyar una reforma fiscal que reduce la progresividad

Mañana terminará el recorrido parlamentario de la reforma fiscal auspiciada por PNV, PSE y PP, con la ratificación en el pleno de Juntas Generales de Gipuzkoa de los acuerdos tomados en comisión el pasado 27 de diciembre. De esta manera acabará una reforma que ha tenido un recorrido insólito tanto por su forma, al ser promovida por la oposición, como por su contenido, ya que tendrá un importante impacto en la recaudación y en la progresividad del sistema fiscal.

El impacto que tendrá la reforma fiscal promovida por el tripartito será diferente en los tres territorios, ya que mientras en Araba y Bizkaia, donde ya terminó el tramite parlamentario, se introdujeron modificaciones sustanciales, en Gipuzkoa, la mayor parte de los cambios propuestos estaban ya vigentes. Se han modificado tres impuestos en diferente medida. Por un lado, se ha introducido una pequeña modificación en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, por la que la cantidad exenta en el caso de una herencia o una donación entre familiares directos aumenta de 220.000 a 400.000 euros por heredero. Esta medida mermará la recaudación, aunque la Hacienda Foral no ha proporcionado datos al tratarse de un impuesto con un comportamiento bastante aleatorio.

El segundo impuesto que se ha modificado ha sido el de Sociedades. En este caso, ha habido dos proyectos encima de la mesa: el del Gobierno foral, bautizado como Impuesto sobre los Beneficios de las Sociedades, que recogía las conclusiones de la ponencia y que fue rechazado por la oposición; y el de PNV, PSE y PP. Las enmiendas presentadas durante su trámite parlamentario apenas han cambiado el proyecto original de la oposición, limitándose los cambios a pequeñas modificaciones y correcciones.

Sobre el impacto económico que tendría cada una de las propuestas en la recaudación, Hacienda de Gipuzkoa hizo públicos algunos datos sobre los cálculos de impacto recaudatorio de cada uno de ellos. Así, el proyecto del Gobierno Foral preveía un aumento de la recaudación por este impuesto de unos 29 millones de euros sobre los 135 que recauda actualmente, un 21,5% más. Para la propuesta de la oposición calculaban un impacto recaudatorio negativo de alrededor de 24 millones (un 27,8% menos).

Impacto del IRPF

En cuanto al IRPF, la propuesta inicial de la oposición alteraba sustancialmente el ordenamiento de este impuesto en Gipuzkoa. Durante el trámite de enmiendas, la oposición ha presentado 58, de las cuales el 38% restituye la situación anterior, es decir, que vuelven a introducir en la norma aspectos que habían sido eliminados como por ejemplo las autoliquidaciones o las cantidades que se deducen por dependencia, por ejemplo.

El resto de enmiendas introduce cambios en dos sentidos: por una parte, en ciertas cuestiones se vuelve a la situación anterior, y por otra, se introducen nuevos cambios. Esta situación ha obligado a la Hacienda foral a recalcular el impacto en la recaudación de todos esos cambios. El cálculo se ha hecho respecto a la norma vigente actualmente y todo indica que el nuevo impuesto tendrá un reducido efecto en la recaudación, pero negativo.

Según ese informe, Hacienda recaudará aproximadamente un millón de euros menos por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, una cantidad que puede resultar irrelevante en términos de recaudación, si bien supone un cambio sustancial en cuanto a la redistribución de la carga fiscal.

Y es que hay tres apartados en los que la recaudación baja y que son precisamente los que afectan a los contribuyentes con un mayor poder adquisitivo. Así, se perderán diez millones de euros de recaudación por los cambios en la tributación de las rentas de capital, dos millones por el aumento de la deducción por actividades de mecenazgo, y otros dos millones más al permitir la compensación de pérdidas entre actividades económicas.

Esa pérdida de recaudación se compensa en parte por un aumento de la recaudación debido a los cambios en la deducción general (9 millones), en la deducción por la compra de vivienda habitual (2 millones) y en la deducción por cuota sindical (otro millón más). El impacto del resto de cambios es mucho menor y el resultado final es la pérdida de ese millón de euros de recaudación.

Por tramos de renta, el efecto de los cambios sobre el contribuyente es todavía más marcado. Entre las rentas más bajas, las personas que declaran hasta 20.000 euros de base liquidable, pagarán más de cinco millones de euros con el nuevo IRPF, lo que supone 52 euros más por declaración en el tramo que llega hasta los 10.000 euros y 7 euros en las declaraciones entre 10.000 y 20.000 euros. El resto de tramos pagará menos, es decir, las personas con mayor poder adquisitivo se ahorrarán entre 14 y 261 euros.

Esta reforma supone un cambio de tendencia en la legislatura, ya que hasta ahora las reformas han aumentado la progresividad del sistema fiscal de manera que las personas con mayores recursos eran las que hacían una aportación mayor, tal y como se aprecia en el cuadro, mientras que con la reforma impulsada por el tripartito pagarán menos y serán las familias con menores rentas las que tengan que hacer una aportación mayor a las arcas públicas.