Raimundo Fitero
DE REOJO

Gerardos

Es una tradición anglosajona, que pasó a Francia y de allí ha llegado al Estado español, y se trata de que un jurado formado por especialistas en información televisiva otorguen los anti-premios televisivos, es decir que se premia a los que consideren son los peores en cada rubro. Es un acto de humor, de cintura, de señalar. Una cuestión que intenta quitarle hierro a la efímera vida de los programas en las cadenas, de la situación de estrés, y que en muchos de los premiados con un «Gerardo», se ha impartido una suerte de justicia popular, pero que no va a incidir en el futuro de presentadores, programas, series o demás agraciados.

En algunos casos se puede entender que se trata de una crítica indirecta. Porque los peores presentadores han sido la navarra Mariló Montero que en su programa matinal en la primera estatal acumula tal cantidad de equivocaciones, salidas de tono y actitud fuera de la normativa de actualidad que parece una buena reprimenda, pero en el caso masculino se ha señalado a Pablo Motos, justo un día después de haberse dado un golpe morrocotudo en pleno plató y mostrar un chinchón serio. Y es que sigue siendo »El Hormiguero» un espacio de sobreactuación de su presentador, que se coloca por encima o por delante, siempre en primera persona sea cuál sea su invitado. Es indudable que su programa es un clásico, mantiene una audiencia media suficiente, abarca una franja de audiencia más juvenil y sirve de promoción a amigos y conocidos.

Lo que sucede es que mirando detenidamente el listado de premiados, parece que por mucho humor que se le quiera administrar a la entrega, buscando esa cintura de los premiados, lo cierto es que existe una clara tendencia, porque se le otorga a Salvador Sostres, ese cabestro, ultra, desbocado, que aparece en las tertulias de la caverna diciendo siempre las mayores barbaridades fascistoides. Y a Josep Pedrerol, por ser uno de esos periodistas y tertulianos que nos cuentan lo que «piensan» los jugadores, no lo que hacen. O sea, que afina el jurado y va delimitando. El «Gerardo» a la peor cadena, con diferencia, se lo ha llevado TVE. Por méritos propios. Esperaremos para ver si se sostienen en el tiempo.