El suizo Stanislas Wawrinka saboreó una dulce venganza al derrotar a Novak Djokovic por 2-6, 6-4, 6-2, 3-6 y 9-7 en cuatro horas, y alcanzar por primera vez las semifinales del Abierto de Australia. El encuentro tuvo un desenlace fulgurante al fallar el tenista serbio una fácil volea de derecha cuando llevaba 25 partidos ganados en este torneo.

De esta manera, Wawrinka consiguió romper su racha de 28 partidos consecutivos ganados desde que Nole perdió la última final del US Open. Además, vengó la derrota que el serbio le infligió en 2013 en los octavos aquí mismo, en un duelo también épico que pasó a los anales del torneo como el cuarto más largo de su historia.

Y el de ayer fue el mejor partido de lo que llevamos de Open de Australia, con ambos jugadores disparando misiles desde el fondo, enzarzados en una lucha sin cuartel por pegar más duro. Hasta que Djokovic decidió hacer un saque-volea en el último punto que le dio la victoria a su oponente.

A pesar de ello, el serbio admitió al final del encuentro que fue «una buena decisión» porque «durante todo el partido él estaba bloqueando mi servicio y cortando el resto todo el rato».

En el resto de la jornada, Tomas Berdych venció al alicantino David Ferrer por 6-1, 6-4, 2-6 y 6-4, en tres horas y cuatro minutos, para completar su póquer de semifinales del Grand Slam, y el checo será el rival de Wawrinka en semifinales.

La derrota de Djokovic sitúa al español Rafael Nadal en condición de aumentar más aún su ventaja sobre el número dos del mundo, con cerca de 3.000 puntos. Nadal se enfrenta hoy contra el búlgaro Grigor Dimitrov.

En féminas, la china Na Li y Eugenie Bouchard -la primera canadiense en alcanzar las semifinales- eliminaron a la italiana Flavia Penetta (6-2 y 6-2) y a la serbia Ana Ivanovic (5-7, 7-5 y 6-2).