J.C. ELORZA
XI Campeonato de Europa, semifinales

Abalo y Porte pueden con Cañellas

Las dos semifinales se decidieron con cierta tranquilidad en los minutos finales. Francia explotó el buen momento de Dumoulin y jugó mejor en el tramo decisivo, y Dinamarca exhibió su sangre fría para desgastar a Croacia y rematarle cuando flojeó.

FRANCIA 30

ESPAÑA 27

En un partido de desarrollo extraño, en el que a ambos equipos se les vieron las vergüenzas en diferentes fases del partido, Francia supo interpretar mucho mejor los instantes decisivos, poniendo el balón en manos de sus zurdos Porte y Abalo (15 goles entre ambos, 11 en la segunda mitad, 6 de los 7 últimos tras el empate a 23), que machacaron con su velocidad y sus fintas la zona más débil de la defensa española, donde hicieron sangre con Entrerríos en el lateral, y más cuando España se puso a defender 5:1 y los dos franceses encontraron más espacio para explotar sus fintas y su velocidad, mientras la parte más rocosa de la defensa centraba su atención en Karabatic y Narcisse en el otro lado, que cumplieron con su función de llevar el balón en las mejores condiciones hacia la derecha una y otra vez.

Omeyer empezó el partido con tres paradas a bocajarro antes de que España marcara su primer gol, y con la buena dirección de Karabatic, los goles de Narcisse y la eficacia en los penaltis de Guigou Francia se escapaba de cinco goles (9-4). Pero el equipo galo ya no es el que era, no tiene recambios de tanto nivel en el banquillo y, cuando a Narcisse se le acabó el oxígeno, se enfangó en un cúmulo de malas decisiones que, unidas a una racha de paradas de Sierra, España aprovechó para acercarse. Las entradas de Fernandez y Accambray para dar oxígeno a la primera línea tuvieron el efecto contrario, y de la mano de Cañellas se apuntó un parcial de 2-9 que llevó el marcador del 10-5 al 12-14 al descanso, sembrando de dudas el futuro del partido, porque ningún equipo se había mostrado muy fiable.

Tras el descanso la conexión con Aginagalde siguió dando resultados hasta el 13-16, pero de repente a España le dio el siroco, personificado en Maqueda (nefasto partido el de ayer, con dos goles de 12 lanzamientos y 5 pérdidas de balón, aunque Cadenas le mantuvo en pista y no sacó ni un segundo a Gurbindo), y dos pérdidas de balón y dos remates fuera se convirtieron en un 5-0 en contra que dejó noqueada a España. Francia se reorganizó alrededor de Karabatic, muy marcado por la defensa, lo que le llevó a centrarse en dirigir, mientras Cañellas se convertía en el chico para todo de España (10 goles de 12 remates, cuando entre los cuatro extremos remataron 10 veces a gol).

La entrada de Dumoulin en la portería acabó de decantar el partido. Pérez de Vargas también sustituía a Sierra, pero el rendimiento era completamente diferente. Dumoulin paró 9 remates (uno de penalti a Cañellas), y Pérez de Vargas dos. Francia aprovechaba eficazmente sus recursos, mientras España se hundía sin remedio.