Suso de Toro 2014/1/22
el diario.es
HEMEROTEKA

Chistes de catalanes

(...) Lo que ocurre en Catalunya es algo tan importante, tan vivo y sorprendente que no deja de sorprenderme cómo lo viven los poderes españoles: negando esa realidad y ocultándosela a la ciudadanía. No sé lo que se oirá en Catalunya pero fuera de allí se oyen todo tipo de disparates, no se trata de que sean opiniones distintas o contrarias sino disparatadas.

(...) Personas que se dicen de derechas o de izquierdas repiten con mayor o menor contundencia o enfado los mismos comentarios de las televisiones y emisoras de la ultraderecha. La hege- monía de esas ideas es lo que le permitirá al sistema político español que la sociedad acepte como natural una medida política antidemocrática: prohibir la celebración de una consulta.

(...) Unos sostienen una verdadera campaña de agitación españolista y otros lo hacen con más finura, con tribunas constantes siempre en la misma dirección e informaciones sesgadas. No tiene sentido argumentar una y otra vez que Catalunya no sería viable económicamente, que le iría mal, que el Gobierno no les permitiría entrar en el euro, que nadie les hace caso por ahí fuera (bueno, excepto la BBC)...

Imaginar esos escenarios sombríos obliga por decencia intelectual a imaginar la viabilidad de una España sin Catalunya, cómo le iría, qué estado era ese que vetaba la entrada en la UE de uno nuevo para perjudicarlo... Y es un fraude culpar a la «burguesía catalana» si no se habla inmediatamente de la burguesía madrileña o española, que también defiende sus intereses particulares. Y es una doblez decir que el conflicto le interesa a los nacionalistas catalanes pues se podría decir con tanta razón que le interesa a los nacionalistas españoles y, muy en concreto, al Gobierno. Pues Rajoy con su posición consigue que la preocupación nacionalista española deje en segundo plano sus políticas antisociales.

(...) el Tribunal Constitucional negó la constitucionalidad del reconocimiento nacional que pretendían y ahora el Gobierno y sus apoyos les dicen que no pueden consultarse a si mismos. ¿Qué les queda sino marcharse?

(...) la mayoría de la sociedad catalana, y en consecuencia Catalunya como país, ya no forma parte de ningún proyecto compartido que se llame España. La mayoría de los catalanes ya han cruzado mentalmente una raya, contemplan a España desde fuera y no se ven dentro. Creo que ya es una realidad que más de la mitad de la población ya se imagina como un estado aparte.

La nación española de Franco se basó en el sometimiento absoluto de las personas, se basaba en el sometimiento, pero por la fuerza no existen proyectos compartidos. Una España que tenga sometidos a los catalanes por la fuerza no es una democracia.