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Madrid estudia alargar la vida de las centrales nucleares hasta los 60 años

El Gabinete de Rajoy estudia prolongar la vida útil de las centrales de 40 a 60 años. Esta idea, defendida en numerosas ocasiones por Soria y reiterada ayer por el presidente de Enresa, beneficiría a Garoña, que a finales de 2012 se detuvo tras generar energía durante 41 años.

El Gobierno español estudia alargar la vida útil de las centrales nucleares de 40 a 50 o 60 años. Esta idea, defendida en numerosas ocasiones por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, fue reiterada ayer por el presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos (Enresa), Francisco Gil-Ortega, que no descarta que la misma pueda llevarse a cabo en un futuro. «Las autoridades actuales lo están pensando», manifestó.

Según informó la agencia Efe, Gil-Ortega, que realizó estas declaraciones en el Fórum Nueva Economía, relató que la opción de prorrogar la vida útil de las plantas nucleares hasta los 60 años va en línea con el debate abierto en otros países, como Estados Unidos, que no descarta ampliar la vida de sus centrales hasta los 80 años. Cabe señalar que esta decisión beneficiaría a Garoña, que paró su reactor en 2012 tras generar energía durante más de 40 años.

En este sentido, el responsable de Enresa anunció que la empresa ha elaborado un plan de contingencia para la central burgalesa. Un proyecto valido tanto si la planta reanuda su actividad, como «parece» que desea el Ejecutivo de Mariano Rajoy, como si continúa parada. En cuanto a los detalles del mismo, Gil-Ortega avanzó que, de momento, se han encargado cinco bidones de doble uso a Ensa, porque, «pase lo que pase», habrá que almacenar el combustible gastado de Garoña. «Tenemos incertidumbre sobre qué va a pasar», añadió tras apuntar que, en caso de desmantelamiento, este no comenzaría hasta dentro de tres o cuatro años.

«Balones fuera»

En declaraciones a «El País», Raquel Montón (Greenpeace) criticó las palabras del presidente de Enresa, y recordó que, «el permiso de funcionamiento no se da por lo ley, lo da el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que revisa las centrales cada diez años». A su parecer, el anunció de Gil-Ortega tiene por objeto «tirar balones fuera ante el problema enérgico» del Estado.

En su opinión, el problema se evidenció en la última subasta de precios, que tuvo que ser enmendada por Madrid y que perjudicó a las energías renovables. «La UE es clara en que estas son más baratas. Y la prueba de que no son las culpables de déficit de tarifa es que están sujetas a una moratoria y este déficit no para de crecer», concluyó.