Seis asaltantes equipados con cinturones explosivos atacaron ayer un edificio de oficinas de una empresa pública del Ministerio de Transportes iraquí en Bagdad. Dos de ellos hicieron explotar sus cargas para abrir paso al resto, que tomó varios rehenes durante varias horas hasta que murieron abatidos por las fuerzas de seguridad

Este ataque, en un mes en el que el número de víctimas mortales ha superado las 900, refleja el aumento de la violencia ante las próximas elecciones previstas paras el 30 de abril. A la vez, continúan los combates entre fuerzas gubernamentales y grupos insurgentes, entre ellos milicias yihadistas del Estado Islámico de Irak y Levante, que tomaron a comienzos de mes las ciudades de Faluya y Ramadi.