Maider IANTZI
DONOSTIA
Elkarrizketa
Mikel Zuazabeitia, Josu Goia, Patxi Erdozain, Félix Soto
algunos de los creadores de GARA

«A veces no logras nada con el trabajo de hormiga, pero esto fue increíble»

Estos ciudadanos de distintas partes de Euskal Herria tienen en común su afán de cambiar y mejorar el mundo en que viven, luchando por los derechos del pueblo, de los trabajadores... No dudaron en ayudar en la creación de GARA, ya que la consideran una herramienta imprescindible para lograr esos objetivos.

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Estas cuatro personas que participaron activamente en la creación de GARA llegan a la redacción central desde Hondarribia, Bera, Iruñea y Donostia para rememorar los comienzos de este proyecto periodístico e ilusionados, también por verse entre ellos y charlar.


Tras una visita a las instalaciones, que la mayoría ya conoce, y después de saludar a los periodistas, sin que falten apuntes y preguntas sobre su trabajo,  se sientan en la sala de reuniones con ejemplares antiguos encima de la mesa. Josu Goia ha traído dos grandes encuadernaciones bajo el brazo, con los últimos números de “Egin”, todos los de “Euskadi Información” y los primeros de GARA.


Echar una ojeada a las fotografías y los titulares les ayuda a refrescar la memoria.

Una pretensión mucho mayor


Retrocedemos 15 años. Se puede decir que se pasó de una situación de bloqueo a una de ilusión. El 15 de julio de 1998 se ejecutó la orden del juez Baltasar Garzón de cerrar “Egin” y, apenas seis meses más tarde, ya estaba en marcha un nuevo periódico hecho en Euskal Herria y para Euskal Herria. Una mancheta que, tal y como se escribió en su primer editorial, surgió de aquella herida abierta pero con la pretensión de llenar un hueco mucho mayor.


Además, eran tiempos de Lizarra-Garazi, la iniciativa Bai Euskarari logró abarrotar cinco estadios... Se vivían momentos decisivos y se sentía la ebullición social.


Goia es el primero en tomar la palabra. «Se han atrevido», pensó cuando las instalaciones de “Egin” se llenaron de policías. Y al día siguiente salió “Euskadi Información”. «Me percaté de la tremenda fuerza y del poder que tiene este pueblo y por eso empecé a guardar los periódicos», cuenta haciendo referencia al gran archivo que ha ido completando todos estos años en su casa de Bera.


Preveía unos años muy interesantes y considera que así están siendo. El que fue alcalde de este municipio siempre dice que, si la salud le respeta, llegará a vivir la independencia.

La mancheta de Alfonso Sastre


El donostiarra Félix Soto recuerda cómo sacaron “Euskadi Información” en una noche, en una pequeña imprenta de Bidebieta. La mancheta era propiedad legal de Alfonso Sastre. Mikel Zuazabeitia, que nació en Aretxabaleta y vive en Hondarribia, añade que el cierre del diario que trabajó para dar voz a los sin voz durante dos décadas fue un duro golpe y la mayor motivación. «Enfureció a la gente y eso hizo que se respondiera inmediatamente».


En opinión del iruindarra Patxi Erdozain, no ha habido otra actividad con resultado tan positivo. «Otras veces trabajas como una hormiga y no consigues nada. ¡Pero lo de GARA fue impresionante! El mismo día del cierre de ‘Egin’ ya se habían juntado 40 personas en el Arrano de Iruñea para ver qué se podía hacer». Enseguida se organizó muchísima gente para recaudar fondos. Erdozain reconoce que cuando dijeron que cada acción iba a costar 100 mil pesetas le pareció «una burrada». Era el sueldo de un mes. Muchos no llegaban a esa cantidad. Pero se afrontó la apuesta de “Mila milioi baietz” con ilusión y con el convencimiento de que era necesario un proyecto con las características de GARA.


La sociedad fue muy espléndida, ya que no se lograron mil sino mil doscientos millones. La compra de diez mil acciones hizo posible que saliera adelante el nuevo medio de comunicación.


El iruindarra apunta que detrás de muchas de aquellas acciones había una labor colectiva. En la capital de Nafarroa, por ejemplo, se hacían mercadillos. «El mejor recuerdo que tengo es cómo nos trajeron los chavales del gaztetxe Euskal Jai todo el dinero en monedas de cinco duros. Adquirieron dos acciones».


Se organizaron festivales y rifas, se habilitaron huchas... Estos fundadores destacan esa base social que no han podido romper. Cada uno ayudó como pudo. Soto, por ejemplo, vendió reproducciones de cuadros de Mendiburu, Txopitea o Sistiaga a 150 mil pesetas.


Como dice Goia, tan importante como el que dio mucho dinero fue la gente del gaztetxe que trajo monedas.

Pueblo a pueblo


Zuazabeitia explica que se fue tejiendo una red por todos los pueblos, como una telaraña. En cada municipio había un responsable y un grupo se encargaba de los trabajos de coordinación y de dar charlas. Él acudió a 32 pueblos de Gipuzkoa y relata que en todos le preguntaron qué pasaría con los trabajadores de “Egin”. La preocupación por ellos era notable, y Zuazabeitia no sabía qué responder, porque él tampoco tenía esa información.


Relata que se adquirió un espacio bastante grande en un pabellón, en el barrio Errekalde de Donostia, y que allí se guardaron soportes publicitarios como camisetas. La periodista Mariasun Monzón fue la encargada de este local.


Se creó la fundación Baietz y el dinero recolectado fue destinado a sus libretas. El aretxabaletarra aún conserva dos libretas en casa.


Con el montante que sobró se creó euskalherria.info y se apoyó a la radio Infozazpi. Hoy en día Baietz Fundazioa continúa con su trabajo, con cinco patronos: Josu Txapartegi “Txapas”, Oskar Moreno, Jon Otegi, Patxi Erdozain y Mikel Zuazabeitia. Gracias a la gente que paga una cuota anual para esta fundación, siempre tienen un pequeño fondo, con el que ayudan a grupos de la cultura vasca.

El nombre del proyecto


Estos fundadores rememoran también las reuniones en un despacho de la calle Prim de Donostia, donde se discutieron cuestiones legales, de organización, el nombre... Acordaron traer propuestas a la próxima cita y fue Martin Garitano quien dijo la palabra clave: GARA. No recuerdan –o no quieren revelar– qué otras ideas salieron. Solo comentan que GARA gustó desde el principio, ya que hace referencia a lo colectivo, es breve, amplio...


Tras hacer hincapié en que «no hay que olvidar que hay gente en la cárcel» por trabajar en “Egin”, terminan la entrevista mostrándose orgullosos de haber participado como otras miles de personas en una creación única y colectiva.