BERASALUZE - ALBISU 19

BENGOETXEA - ZABALA 22

Dejar escapar un partido que dominas 12-18, como sucedió en el estreno ante Olaizola II-Aretxabaleta puede ser un accidente, más con el de Goizueta de por medio, pero cuando la situación se repite en hasta tres ocasiones -Bilbo, Tolosa e Idiazabal- de siete partidos, recurrir al infortunio carece ya de sentido. Por ello, Pablo Berasaluze y Jon Ander Albisu tienen motivos de preocupación tras volver a quedarse a medias en un partido que llegaron a ir dominando por 16-7. Por contra, el cambio de Ibai Zabala por Ladis Galarza ha devuelto la fe a Oinatz Bengoetxea, que sigue con todas sus opciones intactas tras sacar adelante un partido que, por momentos, se les había puesto imposible

El partido de ayer en un abarrotado Igarondo tuvo tres fases muy diferenciadas. La primera hasta el empate a seis fue la de tanteo, en la que Ibai Zabala -muy bien de zurda- demostró que venía decidido a plantarle cara a Albisu, aunque sin llegar a dominar. Con Bengoetxea desconectado, Berasaluze comenzó muy acertado, pero los errores de la pareja colorada permitieron a los azules seguir metidos.

Sin embargo, en cuanto Jon Ander Albisu, al que jugar cerca de casa no le benefició en absoluto, minimizó sus regalos, los colorados consiguieron abrir una brecha que, al margen de por el marcador, parecía insalvable por lo que se veía en la cancha. Con Bengoetxea totalmente fuera del partido, el dominio del goierritarra fue haciendo mella y Berasaluze sacó provecho de él para escaparse con un contundente 16-7.

Cambio de pelota

Hasta el 16-9 no consiguieron los azules su primer tanto en juego y este fue un momento clave, ya que aprovecharon la ocasión para poner en juego una pelota tosca con la que el panorama varió por completo.

Oinatz entró en juego, el peloteo se igualó y los colorados se fueron disolviendo. A Pablo el partido se le volvió a hacer eterno, Albisu volvió a perder la fiabilidad y los azules lograron la remontada hasta con un error del juez en contra en el 19-8.