Donostia no fue el único municipio guipuzcoano afectado por la fuerza de las olas, que ayer golpearon con dureza la costa de Euskal Herria. Cerca de la capital, en Zarautz, el agua se apoderó del malecón a partir de las 5.00, provocando graves desperfectos en el mobiliario urbano y en las fachadas de los inmuebles que componen la primera línea de playa.

En un comunicado, el Ayuntamiento de esta localidad costera, que trabaja para contabilizar los daños ocasionados por el temporal, anunció a mediodía el cierre temporal del paseo marítimo. «En estos momentos nuestra prioridad es garantizar la seguridad», añadió el Consistorio, que movilizó a los operarios municipales para limpiar el malecón y despejar las zonas afectadas.

Un arduo trabajo que tuvo por objeto evitar nuevos problemas con la llegada de la pleamar, que, pese a la alarma inicial, no generó más desperfectos. Como el provocado en la N-634 entre Getaria y Zarautz, donde la virulencia de las olas rompieron el firme de la carretera, que quedó cortada al tráfico durante toda la jornada. En este sentido, cabe señalar que las autoridades también tuvieron que cerrar la vía de acceso al faro de Higer, situado en Hondarribia, que presentaba un gran socavón generado por la lluvia.

Martutene, Orio, Ondarroa...

Las grandes olas, formadas por la coincidencia de la pleamar y las mareas vivas, llegaron incluso a partes más altas del río Urumea provocando inundaciones puntuales en el barrio de Txomin. A las 6.00 el Ayuntamiento alertó a los vecinos de Loiola para que retiraran los vehículos cercanos al río.

Por su parte, en Zumaia el fuerte oleaje arrastró una grúa, que cayó al canal de entrada al puerto, y en Deba el agua movió los coches estacionados en un aparcamiento. Algo que también ocurrió en la zona de Torreatxe y en Pasai-Donibane. También se cuentan notables daños en Orio.

En Bizkaia la situación resultó similar. En Ondarroa, por ejemplo, el temporal provocó numerosos desperfectos. Al igual que en Deba, el incidente más grave tuvo lugar en un aparcamiento en superficie, que quedó anegado por las olas. En total, el agua afecto a 27 automóviles.

Aparte de los problemas generados en Ondarroa y en Bermeo, donde las olas rompieron el espigón del puerto y anegaron las lonjas de los pescadores, las incidencias más importantes vinculadas al temporal tuvieron lugar en Getxo. En este municipio las olas dañaron varios tramos del muro del paseo de Ereaga y de la zona del Puerto Viejo. Además, el fuerte oleaje arrastró bancos, barandillas y alcantarillas, que resultaron destrozadas.

Según informó Europa Press citando fuentes del Ayuntamiento getxotarra, el agua, que arrastró rocas y arena desde la playa de Ereaga a la carretera, se introdujo en el edificio que alberga la Oficina de Turismo, el Cuarto de Socorro y los baños públicos. Ante esta situación, el Consistorio vetó la entrada de vehículos en la zona del paseo para no dificultar las tareas de limpieza y reposición de los elementos dañados.

Asimismo, el temporal provocó la desaparición del paseo de la playa de Karraspio, afectó a la playa de Plentzia y Gorliz, y anegó algunos locales en Bakio.

A su vez, según informó «El Correo», en la zona de Pobeña, en Muskiz, las olas provocaron el cierre de una pasarela peatonal que recientemente se había reinaugurado tras 10 meses de trabajos de rehabilitación. Aparte, varias tuberías están muy afectadas y puede que hoy los vecinos de este barrio sufran cortes de agua por las tareas de reparación.

En Zierbena, entretanto, el agua del mar quedó a las puertas de su conocido asador. Y en las inmediaciones de Bilbo también hubo problemas, ya que la ría se desbordó a su paso por Erandio, lo que obligó a cerrar al tráfico un carril de la BI-711.

Por otro lado, la Diputación foral de Bizkaia abrirá hoy la carretera BI-3101 entre Bermeo y Bakio, que se cerró el viernes por un desprendimiento asociado al temporal. Hoy se abrirá un carril y se dará paso alternativo mediante un semáforo. La carretera de Lekeitio y Mendexa está más afectada todavía.