GARA DONOSTIA
Temporal histórico

Las autoridades saludan la ausencia de daños personales y evalúan cómo paliar los daños

Las autoridades que ayer visitaron desde primera hora de la mañana las diversas zonas afectadas se felicitaron por la ausencia de víctimas personales. El alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre -quien recorrió los puntos más críticos de la ciudad con un chaleco reflectante de seguridad junto al diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, la diputada Garbiñe Errekondo y la consejera de Seguridad de Lakua, Estefanía Beltrán de Heredia- remarcó que la activación del aviso de alerta roja les permitió tener todo preparado, «y gracias a eso no ha habido heridos». La mesa de crisis municipal estuvo activada durante toda la noche del sábado al domingo y remarcó la rápida actuación de los servicios de limpieza desde el amanecer.

Dada la gravedad del temporal, el alcalde ha convocado para hoy a las 8.00 una Junta de Portavoces extraordinaria y una posterior reunión con los afectados a las 9.30 en el salón de plenos del Ayuntamiento. A las 11.00 comparecerá ante los medios junto a la delegada de Infraestructuras y Servicios Urbanos, Nora Galparsoro para ofrecer un balance actualizado de los daños en infraestructuras municipales y locales privados.

Preguntado ayer sobre la posibilidad de pedir la declaración de Donostia como zona catastrófica, indicó que el Ayuntamiento estaba estudiando ya con el consorcio de seguros las medidas a tomar.

Ayer mismo, el Consistorio habilitó un punto de información en Udalinfo para atender las dudas de los afectados y abrió una cuenta en Facebook -otsailak 2ko olatuengatik kaltetuak/afectados olas del 2 de febrero-. Asimismo, podrán recibir atención en el teléfono 092.

Desde el Ayuntamiento pidieron a los afectados tomar imágenes del estado del local o vivienda antes de proceder a su limpieza y tener a mano los papeles del seguro.

Garitano incidió en la necesaria colaboración entre las diferentes instituciones para afrontar la situación. Hoy realizará una ronda con los pueblos costeros azotados por el temporal, con quienes ayer se mantuvo en contacto telefónico.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, visitó por la mañana Bermeo y otros puertos, y realizó junto a Beltrán de Heredia una visita aérea por las zonas azotadas por el oleaje. «Ha sido una noche larga y difícil», manifestó. Hizo un llamamiento a la ciudadanía para que, «a pesar de la espectacularidad de lo sucedido, acaten» las indicaciones de los servicios de emergencias, una petición también expresada por las entidades locales.

Por lo que respecta a las consecuencias económicas, Urkullu subrayó que las instituciones están tratando de «paliar lo antes posible los daños del temporal» y que Lakua ya se ha puesto también en contacto con el consorcio de seguros para analizar los destrozos.

Elogió igualmente el lehendakari «la colaboración y trabajo conjunto de la ciudadanía que se está volcando ante esta situación», así como la información de la Agencia Vasca de Meteorología, Euskalmet, «cuya anticipación ha permitido ofrecer respuestas más eficaces».

En el mismo sentido se pronunció Beltrán de Heredia, para quien «situaciones de este tipo ponen en valor el hecho de disponer de un sistema propio de predicción, que además está enfocado hacia las emergencias. Ha permitido tener las previsiones de lo que iba a ocurrir con una máxima exactitud y coordinar los medios para prever los daños».

El temporal deja un adolescente desaparecido en Galicia y destrozos en Cantabria y Asturias

El temporal no solo afectó a Euskal Herria. En Galicia, un amplio dispositivo de búsqueda trataba de localizar a un adolescente de 15 años que paseaba en bicicleta por las proximidades de la playa de A Rapadoira junto con un amigo de 13 años, cuando un golpe de ola les arrastró hacia el mar en la localidad de Foz, en Lugo, alrededor de las 18.00. El más joven pudo salir del agua y fue trasladado con hipotermia leve y en estado de shock al hospital de la Costa, en Burela. Varios testigos presenciales pudieron observar cómo el mayor era engullido por el mar.

El temporal también azotó con especial vehemencia en A Coruña, donde el viento y las olas se llevaron una parte importante del paseo marítimo, así como a diez municipios del litoral de Asturias como Cudillero y Valdés, donde las olas alcanzaron hasta nueve metros de altura y causaron importantes destrozos.

En Cantabria, las olas arrancaron barandillas y muros en diversos municipios. La playa del Sardinero, en Santander, y el paseo adyacente amanecieron hechos un revoltijo de piedras, agua, arena, barandillas derribadas, y bancos, papeleras, árboles y trozos de farolas arrancados.

El mar se adentró por las calles adyacentes y, a su paso, derribó algunos de los muros que cercan los edificios cercanos, arrastró algunos vehículos y otros quedaron cubiertos de un rastro de arena que atestiguaba hasta dónde avanzó el agua. No se salvaron las cafeterías, supermercados y chiringuitos situados en primera línea de playa. La fuerza del oleaje arrancó un quiosco de helados, desplazándolo varios metros.

Esa es la imagen que se encontraron quienes fueron a curiosear por los puertos, playas y paseos marítimos de todo el litoral cántabro. Los alcaldes de los municipios afectados no alcanzaban a describir los destrozos. Algunos hablaban de una «gravedad inusual» y otros de una noche «terrorífica». GARA