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El BCE mantiene los tipos de interés en el 0,25% pese a caer la inflación

El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer los tipos de interés en la zona del euro en el mínimo histórico del 0,25%, pese a la caída de la inflación. Su presidente, Mario Draghi, no cree que exista riesgo de deflación, por lo que ante la «complejidad de la situación», prefiere esperar.

En la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, Draghi dijo que «la razón por la que no hemos actuado es la complejidad de la situación, que requiere que recopilemos más información». El BCE quiere esperar a ver qué ocurre en las economías emergentes y a tener las cifras de crecimiento del PIB de la zona del euro del cuarto trimestre del año pasado.

Estas declaraciones se producían poco después de que el órgano de gobierno del Banco Central Europeo decidiese mantener su tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0,25%.

El BCE tendrá en marzo las nuevas proyecciones macroeconómicas de crecimiento e inflación para la zona del euro que realiza el personal de la entidad y que incluirán por primera vez las previsiones para 2016.

Draghi dijo que la tasa de inflación de la zona del euro seguirá en el nivel actual en los próximos meses y recordó que en enero cayó una décima hasta el 0,7%, frente al dato registrado en diciembre. Según el presidente del BCE, la tasa de inflación de enero ha sido más baja de lo que se esperaba generalmente y ello se debe principalmente a «la evolución de los precios de la energía».

Explicó que la situación actual es muy diferente a la de noviembre del año pasado cuando la inflación de la zona del euro también se había desacelerado hasta el 0,7% y el BCE decidió recortar el precio del dinero.

Tras este anuncio, la presidenta de la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Sharon Bowles, pidió a Mario Draghi que «haga más» para impulsar el retorno del crédito a la economía real.

«Espero con interés las decisiones del BCE en marzo. El BCE puede y debe hacer más», señaló Bowles, para añadir que esto es especialmente necesario para compensar los efectos de la retirada de los estímulos emprendida por la Reserva Federal estadounidense, que están afectando a los mercados emergentes y «llamando a la puerta» de la Unión Europea.