La ceremonia de inauguración abrió ayer oficialmente los Juegos de Sochi con el habitual estilo que acompaña estos eventos -3.000 artistas participando en el show, tantos como deportistas en los Juegos- y los últimos metros con la llama olímpica en manos de algunos de los más destacados deportistas rusos como la tenista Sharapova, la pertiguista Isinbayeva, el luchador Karelin y la gimnasta Kabaeva.

La competición que se inició el jueves se reanuda hoy para repartir las primeras medallas en slopestyle, patinaje de velocidad (5.000 m.) y biatlón (sprint 10 kms), en categoría masculina, y los baches de esquí libre y el skiathlon femeninos.

Dos vascos compiten mañana. El donostiarra Paul de la Cuesta disputará la primera de las cuatro modalidades de esquí alpino en las que competirá en estos Juegos, el descenso, a partir de las 11.00 hora local (8.00 en Euskal Herria). Es la prueba reina, la más larga y veloz de las modalidades de alpino, que se disputará en el Centro Alpino Rosa Kuthor, en el pico Aibga, un complejo que agrupa 20 kilómetros de pistas, con capacidad para 7.500 espectadores.

Por su parte, el esquiador de fondo tolosarra Imanol Rojo debutará como deportista olímpico tres horas después, a las 14.00 (11.00 en Euskal Herria), en la prueba de skiathlon.

Se trata de una modalidad combinada, en dos etapas de 15 kilómetros cada una, que incluye una primera parte en estilo clásico (utilizando una técnica de avance con los esquís en paralelo, que requiere estabilidad, equilibrio y resistencia física) y una segunda en estilo libre (con variadas técnicas de empuje que permiten mayor velocidad). El escenario será el Laura Center, ubicado en torno al monte Psekhako, una infraestructura capaz de acoger a 7.500 personas, sede del esquí de fondo y el biatlón.