IÑAKI IRIONDO

Quiroga fue a por la lana del lehendakari y salió trasquilada por duplicado

Arantza Quiroga no acierta ni a aplicarse la «evolución» que pidió a otros ni a actuar «con altura de miras y generosidad» como predica. Ayer fue a por la lana del lehendakari y salió trasquilada por dos veces.

Otro mal día para el PP en la crónica parlamentaria. La víspera por meterse en el avispero de la ya inexistente «kale borroka» con un preso muerto y ayer, sencillamente, por hacer el ridículo. Gajes de seguir atascados y sin evolucionar.

El jueves el lehendakari y Arantza Quiroga estuvieron reunidos hablando de la cita con Rajoy y de estrategias de futuro. Poca necesidad había de escenificar ayer en el pleno un enfrentamiento, cuando en teoría el PP pretende sumar a Iñigo Urkullu al «liderazgo compartido», Sin embargo, Quiroga quiso buscarle las cosquillas preguntando por la documentación intercambiada con Sortu.

La respuesta del lehendakari parecía que no podía ser más demoledora. Además de relatar las fechas de reuniones con el PP, le espetó: «Mire, usted me acusa de entregar documentos de tapadillo. Les tengo que decir aquí públicamente, [que] los documentos que yo haya entregado a la izquierda abertzale, si es que he entregado alguno yo a la izquierda abertzale, los tiene el presidente del Gobierno español antes, y los tiene usted, señora Quiroga. Usted».

La revelación de Iñigo Urkullu parecía que no podía ser más demoledora, hasta que poco después la propia Arantza Quiroga se encargó de ahondar en la fosa. Por alguna razón que una mayoría de los asistentes no llegamos a entender, la presidenta del PP se vio en la necesidad de convocar una rueda de prensa para dar explicaciones sobre su encuentro con el lehendakari. Y fue allí cuando se le preguntó si en la documentación que Urkullu le facilitó en octubre figuraban los papeles entregados después a Sortu. Tras un titubeo, respondió que «exactamente no le puedo decir si aparece esa documentación». Con extraña sintaxis añadió que «pero con constancia de que esa era la documentación y a ese papel es al que se refiere, yo le digo que [en la reunión de] ayer». O sea, que puede que la propuesta estuviera en el dossier de octubre, pero o ni la leyó o no le pareció tan escandalosa como ahora.

Por si esto fuera poco, Quiroga quiso acusar a Lehendakaritza de oscurantismo y parcialidad a la hora de informar del encuentro con Rajoy. Un reproche cuando menos improcedente después de que fuera la Moncloa quien impuso el secreto sobre la cita y de que nadie desde palacio haya dado noticia de la misma, hasta el punto de afirmar que la «agenda privada» del presidente no se comenta.

Quiroga quiso hacer ver que con sus explicaciones de ayer este extremo quedaba resuelto, cuando ni ella es portavoz de la Moncloa ni había dicho nada desde el martes. Claro que «no hay que entrar en enredos de reuniones y papeles».