Editorial
Los Angeles Times
LOS ANGELES TIMES. Editorial, 2014/2/2

Atentados de la marathon de Boston: la pena de muerte sigue siendo inapropiada

Fue un ataque horrendo. Dos mochilas-bomba dejadas cerca de la línea de meta de la maratón anual de Boston explotaron el 15 de abril, matando a tres personas e hiriendo a la asombrosa cantidad de 264 (...).

¿Pero debe ser nuestra respuesta emocional a ese acto de terrorismo cegarnos en la idoneidad de la pena capital? No.

(...) Dada la magnitud del crimen, es comprensible que las víctimas (...) sientan la necesidad de venganza. Este periódico se ha opuesto a la pena de muerte. Sin embargo, también nos encontramos atrapados en las emociones que rodearon el atentado del edificio federal en Oklahoma City perpetrado por Timothy McVeigh en 1995, y apoyamos su sentencia de muerte -una postura de la que desde entonces nos hemos arrepentido-.

Ese sucumbir a las emociones del momento, sin embargo, apunta a una de las funciones principales del sistema judicial: actuar como un amortiguador entre la sed justificable de venganza de las víctimas y el bien común de la sociedad. En nuestra opinión, no es la responsabilidad que corresponde al Estado actuar como verdugo de sus propios ciudadanos, sin importar lo atroz que sea el delito, lo infame que sea el criminal o la fuerza con que la gente clame por ello. En lugar de ello, la sociedad debería dejar a un lado sus vísceras de venganza mediante un examen atento de la moralidad , el costo y la eficacia de la pena capital.

(...) Como una nación que cree en la justicia, debemos dejar a un lado nuestra apuesta por la pena de muerte por ser una reliquia de un pasado bárbaro.