Editorial
LA JORNADA
LA JORNADA. Editorial, 2014/2/6

Pederastia clerical: condena mundial inédita

(...) El llamado de la ONU constituye un hecho sin precedentes en el historial de los episodios de pederastia clerical, en la medida en que representa una condena contundente de la comunidad internacional y plantea un señalamiento inequívoco sobre el carácter estructural y sistemático del encubrimiento y la impunidad para estos crímenes en el seno de la Iglesia católica. La severidad del pronunciamiento, proporcional al tamaño del mal causado a las víctimas, resulta además indicativa del grado de descomposición y descrédito internacional que ha alcanzado el Vaticano en el contexto de los escándalos por pederastia, consecuencia de las vacilaciones y la arrogancia de la propia Iglesia (...).

Más allá del valor intrínseco del documento, no puede soslayarse que éste se inscribe en el contexto del papado que encabeza Jorge Mario Bergoglio, cuyo primer tramo ha estado manifiestamente orientado a la renovación de la Iglesia católica y ha arrancado con una clara actitud de denuncia de algunos de los lastres y vicios más palpables de la jerarquía vaticana (...).

En ese sentido, si bien es posible que los señalamientos de la ONU graviten favorablemente en el avance de la renovación y modernización que el catolicismo requiere con urgencia, parece inevitable que, en lo inmediato, contribuyan a intensificar la disputa por el poder entre el pontífice y la mafia clerical que controla la Santa Sede, y por recrudecer las posiciones retardatarias, opacas y medievales de los segundos.

Cabe esperar que esa disputa se resuelva en favor de los ánimos reformadores y que, en el caso específico de la pederastia clerical, el documento de la ONU contribuya al reconocimiento, por las máximas autoridades del catolicismo, de la necesidad de emprender un deslinde histórico y sin precedente de los agresores sexuales que medran en las filas de la Iglesia y entregarlos a las instancias seculares correspondientes. (...)