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AI y HRW denuncian una «limpieza étnica» de musulmanes en la RCA

AI y HRW coincidieron en denunciar ayer la política de «limpieza étnica» que las milicias cristianas «antibalaka» están llevando a cabo sobre la población musulmana sin que las tropas internacionales desplegadas en el país no solo no hayan hecho nada por evitarlo en dos meses sino que, en algunos casos, lo han facilitado. La ONU lanzó ayer un puente aéreo a la capital, Bangui, para paliar la crisis humanitaria.

Amnesty Internacional (AI) denunció ayer que las fuerzas internacionales de paz no han logrado evitar una «limpieza étnica» de civiles musulmanes en el oeste de la República Centroafricana (RCA) y llamó a proteger a las comunidades musulmanas de las milicias «antibala- ka», a las que acusó de «violentos ataques» con ese objetivo.

«Las fuerzas de paz internacionales deben romper el control de las milicias `antibalaka' y aportar tropas suficientes en las poblaciones donde los musulmanes se encuentran amenazados» para evitar la «limpieza étnica» de este sector de la población, exigió AI.

Esos ataques, advirtió, están provocando «un éxodo musulmán de proporciones históricas» y criticó la «tibia» respuesta de la comunidad internacional, ya que las fuerzas internacionales han sido reticentes a desafiar a las milicias «antibalaka» y han reaccionado con lentitud a la hora de proteger a la minoría musulmana. Incluso acusó a estas de «haber facilitado la violencia en algunos casos, al permitir que las abusivas milicias `antibalaka' llenen el vacío de poder creado por la partida de los Séléka».

AI ha recogido más de un centenar de testimonios sobre ataques a gran escala de las milicias cristianas contra civiles musulmanes en el noroeste.

También Human Rights Watch (HRW) denunció una «ola de violencia coordinada sin descanso» contra la minoría musulmana que ha obligado a «comunidades enteras» a abandonar el país y reclamó tanto al Gobierno centroafricano como las tropas francesas y africanas «pasos urgentes» para proteger a los musulmanes de los «espeluznantes ataques de venganza `antibalaka'».

Según HRW, los «antibalaka» están cada vez más organizados y emplean un lenguaje que sugiere que su objetivo es eliminar a los musulmanes. Alertó de que «si sus líderes `antibalaka' están llevando a cabo una política deliberada de limpieza étnica o ejerciendo un castigo colectivo abu- sivo contra la población musulmana, el resultado final está claro: la desaparición de las antiguas comunidades musulmanas».

Por eso, pidió a la Unión Africana, la Unión Europea y la ONU que «desplieguen fuerzas de paz adicionales en todo el país» para «plantar cara activamente a los `antibalaka'» y proteger a la población civil».

«Guerra» a los «antibalaka»

La presidenta centroafricana, Catherine Samba-Panza, que rechazó el término de «limpieza étnica», prometió «la guerra» contra los «antibalaka», durante una visita a Mbaiki junto al ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, que viajó al país -por tercera vez- para reiterar la determinación de París en poner punto final a la violencia, algo que sus tropas están lejos de conseguir.

Pero, además de poner fin a la violencia urge también paliar la crisis humanitaria provocada por esta crisis, y para ello el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) lanzó ayer un puente aéreo entre Douala, en Camerún, y Bangui, que podrá alimentar a 150.000 personas durante un mes, pero será insuficiente.

Según la ONU, 1,3 millones de personas, más de un cuarto de la población de la RCA, necesitan asistencia alimentaria inmediata, en particular en los campos de desplazados donde se han refugiado más de 800.000 personas,

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, solicitó el martes a París que considere un envío adicional de tropas a la RCA, después de una petición formal de Samba-Panza, porque la respuesta internacional a la crisis «no se ajusta todavía a la gravedad de la situación». Ban urgirá a otros países para que también contribuyan al contingente «para prevenir que se produzcan más atrocidades, proteger a los civiles, restaurar la ley y el orden, proporcionar ayuda humanitaria y mantener el país unido».

París envió en diciembre 1.600 efectivos al país para apoyar a los 5.000 soldados de paz que ya había desplegado la Unión Africana. Además, la Unión Europea ha acordado enviar cerca de 500 nuevos efectivos.

París rechaza la eventual partición evocada por la ONU

El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, rechazó ayer de forma categórica cualquier partición de la República Centroafricana (RCA), un riesgo al que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon se había referido unas horas antes.

El diplomático surcoreano advirtió la noche del martes de que la situación en la RCA sigue empeorando dos meses después de que estallara la violencia intercomunitaria, con una «brutalidad sectaria que está cambiando la demografía del país y creando el riesgo de una partición de facto del Estado entre cristianos y musulmanes».

Ban insistió en que la respuesta internacional debe pasar por un despliegue de fuerzas creíble y rápido, si se quieren evitar males mayores.

La posibilidad de una partición ya había sido mencionada por exresponsables de Séléka, que expresaron públicamente la voluntad secesionista del noreste del país, poblada mayoritariamente por musulmanes.

«Nadie va a aceptar ninguna partición. Hay que impedirlo decididamente», afirmó Le Drian en Mbaiki, en el marco de su visita al país. «Para Francia, hay y habrá una sola República Centroafricana, con un solo jefe del Estado. Cualquier intento de pensar otra cosa encontrará la oposición de Francia y de la comunidad internacional», aseguró.

La presidenta Catherine Samba Panza, por su parte, expresó su «firme determinación de no ceder una sola pulgada de territorio centroafricano» y dijo que el país «siempre ha estado unido y ha sido laico». GARA