Joseba Vivanco

La margarita de Laporte y Muniain

Va a seguir Laporte en el Athletic? La pregunta se la hacen muchos en la calle. Y te la hacen. Es tanto como preguntar ¿va a renovar Muniain? Probablemente, a día de hoy, ni ellos mismos lo sepan. Otra cosa son las expectativas que ambos, colegas dentro y fuera del vestuario, tengan sobre su futuro en esto del fútbol. De momento, el primero acaba de prolongar su relación con el club y más que su rúbrica, lo que da valor a su permanencia al menos hasta 2018 es esa cláusula de rescisión de 36 millones de euros, una cifra desorbitada para un central si tenemos en cuenta que en la historia del fútbol solo se ha pagado más dinero por futbolistas en ese puesto en los casos de Rio Ferdinand (46 millones del Leeds United al United en 2001) y Thiago Silva (42 del Milan al PSG en 2012), amén de los 40 abonados por Javi Martínez aunque no para desempeñarse en el eje de la zaga.

Todo el mundo coincide en que estamos ante un enorme central en proyección, de solo 19 años, que a los 24, cuando en teoría concluya su actual contrato, puede estar en el `top ten' de stoppers del fútbol europeo. Un jugador ambicioso en sus objetivos, que no ha ocultado su admiración por los grandes clubes europeos, un jugador sabedor de un potencial que podría traducirse en títulos, que con apenas la mayoría de edad puso en la tesitura al propio Athletic de o debuto en el primer equipo o me largo, que solo lleva cuatro años en Lezama y cabe preguntarse si los suficientes para haberse imbuido de su esencia, aunque visto lo visto con Fernando Llorente...

No oculta Laporte que aspira a estar en el Mundial de Brasil e incluso voces de la prensa deportiva vizcaina alientan esa posibilidad. Andrés Onrubia es un periodista especializado en fútbol francés. Le pregunté hace días sobre las reales opciones del jugador de Agen; su respuesta fue: «Rami, Abidal, Zouma, Umtiti, Mangala, Koscielny y Sakho. Luego podría estar él. Le veo más como una opción para el Mundial de 2018. Aún tiene que madurar. Pero tiene pintaza». Lleva razón, Laporte lleva trazas de gran central, pero paso a paso, partido a partido. Si el Athletic puede disfrutar de él al menos hasta 2018, puede darse por satisfecho.

¿Y Muniain qué? Probablemente al navarro sus mejores amigos debieran decirle aquello de `como en Bilbao, en ningún sitio'. Lo que sucede es que el txantreano, con sus defectos y virtudes, es el clásico jugador que estará toda su vida deportiva sometido a la lupa de una exigente afición y la volátil crítica de la prensa. Y así lleva cinco temporadas, para fortuna o desgracia suya, desde su temprano debut... y lo que le queda a sus 21 añitos. Han bastado un par de partidos a medio gas del navarro para que de resucitado hace cuatro días de nuevo camine rumbo al calvario, con un Ibai Gómez que ya no se conforma con alabar a su compañero y sin embargo rival, sino que quiere más, aupado por las clásicas campañas mediáticas que encumbran y defenestran jugadores como quien masca un chicle.

Muniain jamás dejará indeferente a nadie, va en su fútbol, en su personalidad, suscitará adhesiones y recelos por igual allá donde vaya, pero más si cabe aquí en Bilbao, porque aquí, él es uno de los suyos. Y asumir o no esa condición pesará cuando en verano se siente a negociar su renovación... o no. Otro ataque a la línea de flotación de Lezama obligaría a replantearse muchas cosas en el trabajo de cantera. Muchas. Y de su respuesta deshojará también la margarita su amigo Laporte.