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Putin coteja con alabanzas y venta de armas al mariscal golpista egipcio al-Sissi

El presidente ruso, Vladimir putin, recibió ayer en el Kremlin al hombre fuerte de Egipto, mariscal Abdel Fattah al-Sissi, cuya candidatura a las presidenciales dio por hecha y bendijo.

«El momento político es ventajoso para Rusia», se vanagloria el analista ruso Fiodor Lukianov, en un momento de frialdad en las relaciones entre EEUU y los golpistas egipcios. «Washington lo fió todo a los Hermanos Musulmanes y ahora se ha quedado huérfano», aseguró.

Cooperación militar

El todavía ministro de Defensa llegó a Moscú acompañado por el ministro de Exteriores, Nabil Fahmi, devolviendo la visita el 14 de noviembre de sus homólogos rusos, Sergei Choigu y Sergei Lavrov, con quienes se reunieron ayer para reforzar la «cooperación militar y técnica». En el argot diplomático eso significa venta de armas, uno de los puntales de la «nueva Rusia».

Ya en noviembre Moscú anunció el suministro de sistemas antiaéreos y evocó la posibilidad de venderle aviones militares y helicópteros. Los 2.000 millones de dólares serían financiados por Arabia Saudí, rival de Rusia en Siria.