El cineasta bilbaíno Gaizka Urresti asegura que «se está abocando al creador a vivir de la limosna»

El cineasta Gaizka Urresti, ganador de un Goya por su cortometraje «Abstenerse Agencias», afirma que la cultura no se concibe como una industria que genere riqueza y que «se está abocando al creador a vivir de la limosna».

El cineasta bilbaíno Gaizka Urresti, ganador de un Goya por su último cortometraje «Abstenerse Agencias», afirma que en el Estado español no se concibe la cultura como un elemento diferenciador, ni como una industria que genere riqueza, sino que, al contrario, «se está abocando al creador a vivir de la limosna» y que las limitaciones presupuestarias de los productores repercuten «irremediablemente» en la calidad de las películas. «Esto no quiere decir que el cine que se hace sea malo -puntualiza-, sino que se hacen las películas que nos podemos permitir», ya que la calidad no sólo depende de la tan recurrida creatividad, sino de los medios disponibles para aportar a cada plano el «mimo y el tiempo» necesario.

Este cineasta, afincado desde hace décadas en Zaragoza, opina que hoy en día hacer un largometraje profesional es algo «heroico», al no poder financiarlo sin ayudas públicas, «ni mucho menos con el crowdfunding -financiación colectiva- del que cree que se ha creado una imagen errónea, alentado por la idea mecenazgo» cuando lo que se requiere son «vías de financiación y desgravaciones fiscales». Urresti cree que así es difícil competir con las grandes producciones norteamericanas que dedican solo a promoción todo el presupuesto del que dispone el rodaje de una película realizada en el Estado español, lo que acaba atrayendo a un mayor número de público a sus salas.

«Si una película cuenta con 200 millones de dólares de presupuesto y otra con un millón de euros, ¿por qué hay que pagar lo mismo por verla?», se pregunta, y ha añade que «ese debate no se quiere abrir». El cineasta también se refiere a la sociedad en general y opina que no tiene un «interés excesivo» por asistir al cine, disfrutar de una obra de teatro o contemplar una exposición. En ese sentido, afirma que los políticos adolecen también de ese mismo problema y trasladan un discurso «cortoplacista» en base a una visión del ser humano «demasiado pobre», centrado en pensar que la gente sólo se preocupa de comer y trabajar. Urresti, quien al recoger el Goya afirmó que «la cultura nos hace más felices», cree además que ésta contribuye a crear ciudadanos más críticos y una sociedad más democrática.

Ahora está inmerso en la búsqueda de financiación para rodar en Tarazona (Zaragoza) el largometraje «Bendita calamidad», basada en la novela de Miguel Mena que narra los planes de secuestro de un empresario adinerado que acaban por error con el rapto de un obispo. Urresti afirma que su deseo es comenzar a rodarla este verano, pero lo dice «con la boca pequeña», porque todavía no dispone de los 300.000 euros que requiere para hacer realidad esta producción y poder «pagar dignamente» a sus profesionales.