Joseba VIVANCO
El delantero donostiarra anotó una tripleta

Aduriz contesta con goles

Plácido partido para los rojiblancos ante un Granada que dio muchas facilidades, y en el que los de Ernesto Valverde volvieron a imprimir velocidad e intensidad a su juego. La goleada pudo ser mucho mayor.

ATHLETIC 4

GRANADA 0

¿Y Llorente qué, y Llorente qué?, coreaba un ruidoso y animado córner de animación ayer, después de que Aritz Aduriz rubricara una noche de ensueño para él con su tercer gol. Reválida para los rojiblancos ante un muy flojo Granada al que pasaron literalmente por encima y más que golearon, perdonaron. Encomendados a su delantero, los de Valverde encarrilaron pronto el encuentro, supieron jugarlo después y saldaron con otra victoria más su cuenta atrás hacia la Champions. Ni presión, ni bajón, ni nervios. Tres puntos más, un partido menos y esa dichosa tensión ahora se la pasan a sus inmediatos rivales.

Partido plácido para los leones en el que se encontraron no solo con un lastimero conjunto granadino, sino con la inspiración de Aduriz y la mejor versión de jugadores como Iraola o Susaeta, además de un enchufado Muniain al que le sigue faltando definición. Y si de paso el capitán Gurpegi marca, aunque sea a la remanguillé, pues miel sobre hojuelas. Lo dicho, más fácil de los previsto y un marcador que ni siquiera refleja las múltiples ocasiones de gol desperdiciadas por los bilbainos.

Con aplausos despidió San Mamés a sus jugadores cuando enfilaron hacia vestuarios tras presenciar una primera mitad en la que dos goles del mejor hombre sobre el césped, Aritz Aduriz -el primero marca de la casa y el segundo que levantó a la grada de sus asientos-, encarriló un examen que se presumía más complicado para los rojiblancos pero que solventaron con paciencia, manejo de la pelota, con velocidad a ratos y con la mejor cara de jugadores como Iraola o Susaeta, que hicieron perrerías en el flanco granadino por su banda derecha. Iraizoz sesteaba, Gurpegi y Laporte se limitaban a desbaratar los intermitentes y deslavazados ataques andaluces, en tanto Mikel Rico derrochaba sudor en la medular en una noche más bien fría.

Un brioso Granada de inicio evidenció sus carencias, agravadas si cabe por los hasta cinco titulares ausentes en el once de los de Lucas Alcaraz. Pronto el Athletic le fue cogiendo el ritmo al partido, imprimiendo una velocidad que se echó en falta ante el Betis, corriendo y no andando, y fue una jugada paciente, en la que los jugadores movieron el balón en cordada, de lado a lado, la que aprovecharon para en un globo soplado por Iraola desde la banda encontrar la testa de Aduriz, suspendido del cielo cual Telmo Zarra, y terminar el balón en las mallas de un `colaboracionista' Roberto que ni hizo amago de pararla.

No podía empezar mejor el partido para los leones, que diez minutos después ratificaban su superioridad sobre el verde con un golazo del ariete donostiarra. Como diría un popular locutor argentino, «traigan sponsor, que esta es la jugada del día». Balón que roba Susaeta en una salida de la defensa nazarí, el de Eibar encara pero prefiere cederla a Aduriz que viene por detrás y el donostiarra ni se lo piensa, con un derechazo esquinado que golpea la madera contraria y vuelve a besar la red. San Mamés estallaba, Susaeta se llevaba las manos a la cabeza como diciendo aquello de `con el pase que te di', y las bufandas salían a pasear por primera vez.

El Granada, con una velocidad menos durante todo el juego, fallón y dejando jugar entre líneas a Herrera y Rico, quiso remediar su pésima imagen tras el descanso, pero apenas le duró la ilusión lo que al Athletic darse cuenta de que no cabían relajaciones ni perdonar tanto ante la meta de Roberto. Al primer ¡uy! de Susaeta que no consiguió empujarla a la red le siguieron ocasiones claras de Aduriz, Herrera, un doble remate de Muniain, otra de Susaeta, hasta que llegó el penalti provocado sobre y transformado por Aduriz, al que Muniain cedió el privilegio. Con la expulsión del granadino que cometió la infracción, el partido siguió por los mismos derroteros, con Muniain en su salsa, Susaeta en la suya, y gol, el cuarto, de regalo, de un Gurpegi que pasaba por allí y la mandó adentro. ¡Hasta De Marcos tuvo su ocasión!

El final del partido acabó con un público entregado, coreando el nombre del equipo y feliz porque el premio de la Champions está un poco más cerca. No fue un partido para echar cohetes, porque el Granada no fue rival, pero los leones volvieron a dejar muestras de su juego, su intensidad, su buen trato al balón, sus ganas y hasta de su deficiente puntería. Suerte que ayer Aduriz cogió su fusil...

Txingurri realza la importancia de marcar el terreno a sus rivales y trasladarles presión

Ernesto Valverde se mostró satisfecho por el juego y el resultado. «Esto del fútbol da mucho que hablar», dijo al ser preguntado por el bajón de juego del que se hablaba en días atrás. «Ha sido un buen partido, en la línea de casa de esta temporada. El partido más complicado de lo que parece, se nos ha puesto de cara pronto, lo teníamos dominado pero sobre todo ha habido un momento que el partido se podía partir, cuando ellos han metido mucha gente arriba, pero en líneas generales ha sido un buen partido, cuatro goles, muchas ocasiones, ellos apenas una, y es bueno para seguir sumando. Teníamos claro que aunque surjan dos o tres resultados que no te acompañan, lo normal es hacer esto y seguir sumando».

Preguntado por Aritz Aduriz, que venía de ese tirón de orejas por la expulsión, dijo que «hoy ha hecho tres goles, los dos primeros extraordinarios, sobre todo el primero marca de la casa, un centro llovido al que le ha dado todo el impulso. Nos viene bien que nuestros delanteros tengan confianza, que hagan números interesantes para nosotros».

El técnico de Viandar de la Vera también destacó que «el hecho de no haber recibido también es bueno, como el otro día. Nos viene bien de cara a esas dos salidas». Sobre el penalti lanzado por el delantero donostiarra, Valverde contestó que «tenemos tres tiradores e Iker lo podía haber tirado también, pero Aduriz lo ha hecho y lo cierto es que estamos empezando a acostumbrarnos a meterlos, lo cual empieza a sorprenderme».

Finalmente, Ernesto Valverde se refirió al juego de presiones con Real y Villarreal, a que «es importante cuando te juegas las posiciones que nos jugamos, es importante marcar el terreno, de la misma manera que los contrarios te lo marcan a ti. Cuando ellos ganan te ves obligado a ganar y el hecho de que nosotros marquemos el paso es bueno y les metemos presión a ellos. Que el contrario siempre esté obligado», culminó el entrenador.

Aduriz alcanza los 52 goles como león y supera a su entrenador Valverde

Aritz Aduriz buscaba desde hace semanas su gol número 50 con la camiseta del Athletic. Su último tanto fue hace un mes, ante el Atlético en Copa y de poco sirvió para su equipo, pero sí para engordar su estadística. Sus tres golazos de ayer ante el Granada le sitúan con 52 dianas, con lo que no solo empata sino que adelanta precisamenta a quien hoy es su entrenador, Ernesto Valverde. El delantero donostiarra se pone a dos tantos de Garate, a cuatro de Txema Noriega, a cinco de Chirri II y por delante de ellos Santi Ezquerro y Fran Yeste, con 59 goles cada uno. Ellos serán los próximos retos del `20' rojiblanco, que ha anotado esos 52 tantos en 165 partidos, y de ellos 20 goles han sido con la cabeza, mientras que 4, con el de ayer, desde fuera del área. J.V.