Alvaro HILARIO

«Contrahistoria», extendiendo el análisis crítico a todo período

No es muy común en el mundo de las publicaciones autogestionadas encontrar muchas que tengan como objetivo extender el análisis histórico crítico y anticapitalista a cualquier período. Este es, sin embargo, el objetivo de la revista semestral «Contrahistoria». El viernes pasado, miembros del colectivo editorial presentaron en Bilbo el último número, el séptimo.

Una terraza de Villaverde, Madrid, en la primavera de 2010, fue el escenario donde un grupo de personas con larga experiencia en el ámbito de la contrainformación, gente que venía «del mundo de los fanzines, del punk», decidió alumbrar una nueva publicación, una revista de historia no convencional. Así nació «Contrahistoria», una experiencia autogestionada que tiene como objetivo extender el análisis histórico desde una perspectiva anticapitalista a cualquier tiempo pasado, desde la Prehistoria hasta nuestros días.

El viernes pasado, el local de Zirika, en las Siete Calles de Bilbo, acogió un acto, organizado por CNT, donde se presentó el último número de «Contrahistoria», el séptimo.

«Nos apetecía hacer algo de mayor calidad, una publicación de mejor formato que otras en las que habíamos trabajado y que tuviera una decidida intención de ahondar en el análisis científico de la Historia», explica Raúl Cruz, miembro del equipo de redacción de «Contrahistoria».

«Más allá de la tendenciosidad, quisimos elaborar una revista donde el recurso al análisis e interpretación de una serie de hechos, datos y fuentes por los que la historiografía oficial pasa, por lo general, de puntillas. Nos interesaba rescatar personajes, fragmentos, coyunturas, olvidados, soslayados por el academicismo. Por otro lado, también queríamos acercarnos a temáticas más underground. En este orden de cosas y teniendo en cuenta que la historia social contemporánea era uno de los ámbitos a trabajar, nos parecía fundamental incoporar a los propios protagonistas de los hechos tanto al relato como al análisis», relata Raúl Cruz.

Además, el equipo de «Contrahistoria» fijó un campo más de actuación: «En tercer lugar, nos planteamos acercarnos a acontecimientos de dimensión global que raras veces son tratados por los medios desde una concepción anticapitalista; temas como la crisis islandesa o la piratería somalí, por ejemplo».

Queda claro que esta publicación es diferente a otras del mismo rubro: «Funcionamos de una manera autogestionada, de una manera cooperativa, extendiendo el concepto de contrainformación con el objetivo de crear, de fomentar, de fortalecer la disidencia política. Pero, como revista de historia, utilizamos conceptos postindustriales, conceptos propios de un mundo industrial, de historiografía libertaria queriendo abarcar otros periodos que no se han trabajado desde estas premisas: extender esa historia crítica a cualquier espacio temporal (Antiguedad, Prehistoria, Edad Media...). No tenemos los mismos medios que una revista convencional del ramo, pero aportamos y empleamos criterios científicos de estudio, análisis e interpretación».

La edición en papel tiene su contrapunto digital y complementario: http://revistacontrahistoria.blogspot.com.es/.

«El blog funciona como un archivo de libre disposición -acceso, copia, pirateo- que aglutina todo el material complementario a lo que sale en papel (textos inéditos, por ejemplo). Además, el blog está destinado, en especial, a verter opinión y, también, a funcionar como archivo de audio, video y como fonoteca de toda la programación divulgativa paralela que lleva adelante la revista -otra actividad paralela al papel- . También se puede encontrar una sección que informa de los puntos de venta, de las distribuidoras en todo el Estado; enlaces a otros medios de comunicación; curiosidades que estén relacionadas con la historia social...».

«Contrahistoria» ha sido calificada de historiografía libertaria, aunque Raúl no esté muy de acuerdo: «No tenemos la necesidad de aplicar ninguna etiqueta al trabajo de investigación histórica. La perspectiva antiautoritaria de la historia de una serie de corrientes, movimientos y luchas ha centrado la mayor parte de los contenidos. Podríamos hablar de historia social contemporánea».