GARA BILBO

Muere en París el cineasta Alain Resnais, uno de los grandes nombres de la «nouvelle vague»

Autor de títulos clásicos en la historia del cine como «Hiroshima mon amour», «La guerre est finie» o «Les Herbes folles», Resnais se alzó con dos premios en la última Berlinale, en febrero, con «Amar, beber, cantar».

El director Alain Resnais, ecléctico y sutíl realizador de filmes fundamentales en la historia del cine como «Hiroshima mon amour», «La guerre est finie» o «Les Herbes folles», falleció la noche del sábado, en París, a los 91 años. «Su muerte se produjo ayer por la noche, rodeado de su familia y parientes en París», anunció ayer quien fuera el productor de sus últimos trabajos, Jean-Louis Livi.

Cineasta de la memoria y de la imaginación, era el más veterano de aquella generación de realizadores, de la nouvelle vague, que revolucionó el cine francés.

Autor de una veintena de largometrajes, su última película, «Amar, beber, cantar» es de este mismo año y le supuso ganar los premios Alfred Bauer y el de la Crítica Internacional, FIPRESCI, en la Berlinale 2014, celebrada el mes pasado.

Poeta del celuloide

Nacido en Morbihan (Bretaña), en 1922, su pasión por la literatura le empujó a la realización de su primer corto, «Fantômas», a la temprana edad de 13 años.

Aunque su carrera comenzó en tareas de edición, pronto se volcaría en la realización de filmes sobre el arte -«Van Gogh» (1946), «Guernica» (1950), «Gauguin» (1951), «Las estatuas también mueren» (1953)-. Su creciente reputación como documentalista, debida entre otros a trabajos como «Night and Fog» (1955), una evocación de los campos de exterminio nazis, fue refrendada por los premios obtenidos en diferentes festivales.

Las narrativas fragmentadas y la inusual poesía de sus primeros largometrajes -»Hiroshima mon amour» (1958) y «El año pasado en Marienbad» (1961)- cautivaron a público y crítica. «Muriel» (1962) y -La guerra ha terminado» (1966), sendas meditaciones sobre la memoria, la guerra y el compromiso político, confirmaron el talento del cineasta.

Compromiso

Si las presiones de EEUU consiguieron que «Hiroshima mon amour» (ácida reflexión sobre la bomba atómica) fuese retirada de la sección oficial de Cannes en 1959, fueron las autoridades franquistas, siete años después, y también en Cannes, las que atacaron con fiereza «La guerra ha terminado». Protagonizada por Yves Montand, la cinta contaba con un guión autobiográfico del entonces aún militante comunista -y futuro ministro de Cultura de Felipe González entre 1988 y 1991- Jorge Semprún.

En lo personal, el director no se prodigaba en los medios de comunicación. Se casó en 1969 con la que entonces era su ayudante, Florence Malraux, y desde los años ochenta vivía con su musa Sabine Azéma, con quien se casó en 1998.

Diversos galardones

De hecho, su doble filme «Smoking»/»No smoking», protagonizada por Sabine Azéma, cosechó cinco César en 1993 -incluyendo Mejor película, director y guión- y el Oso de Plata de la Berlinale en 1994.

En 2006, «Coeurs» una comedia de tono melancólico y onírico con la soledad como tema principal, le reportó un León de Plata a su puesta en escena en la Mostra de Venecia. En la edición de 1995 ya recibió un León de Oro en reconocimiento al conjunto de su carrera.

Sus dos últimas películas fueron «Usted no ha visto nada» (2012) y «Amar, beber y cantar» (2014). Esta segunda recibió el Alfred Bauer por «abrir nuevas perspectivas» al séptimo arte.

El productor Jean-Louis Livi señaló ayer a los medios de comunicación que ya tenía hecho un primer borrador del guión de su siguiente trabajo, titulado «Llegada y salida».