Iñaki IRIONDO

El PP de la CAV acusa el golpe de ser visto como un obstáculo para la paz

«No hay nadie en todo el País Vasco que pueda estar más ilusionado y esperanzado que nosotros ante la perspectiva del fin del terrorismo». Esta justificación recogida en la ponencia política para su 14º Congreso, unida a la petición de que «el final definitivo de ETA debe ser atendido como una de las obligaciones del Gobierno de España», evidencia que el PP de la CAV acusa el golpe de ser visto por el resto de partidos como un obstáculo para la consecución de la paz.

El PP de la CAV parece ser consciente de que la percepción social mayoritaria es que el Gobierno español y su partido son hoy por hoy más un obstáculo para avanzar hacia la paz y la normalización que un activo para ese proceso. Al mismo tiempo, la ponencia política que debatirán en el 14º Congreso Regional que se celebrará el próximo fin de semana en el Kursaal, evidencia el escaso margen de maniobra de la formación que lidera Arantza Quiroga frente a la estrategia general que se perfila desde Madrid.

El redactor de la ponencia política, Borja Sémper, se ha visto en la obligación de dejar por escrito dos afirmaciones que serían innecesarias y que se entenderían implícitas en cualquier otra circunstancia. Por un lado, se asegura que «somos conscientes de la nueva situación que se abrió en Euskadi tras el anuncio del `cese definitivo' de la actividad terrorista de ETA». Poco después se ve en la obligación de aclarar que «no hay nadie en todo el País Vasco que pueda estar más ilusionado y esperanzado que nosotros ante la perspectiva del fin del terrorismo».

Se observa ahí una reacción ante la evidencia de que una mayoría social vasca entiende que el PP no ha querido asumir los cambios que se han producido en Euskal Herria. Cabe señalar que tanto Lehendakaritza como el PNV y EH Bildu han criticado que el Gobierno español sea incapaz de dar ahora pasos que sí dio cuando ETA practicaba la lucha armada, hasta el punto de impedir el desarme ordenado y su verificación.

Lamentos por el liderazgo

El PP de la CAV lamenta que el Gobierno de Lakua y la izquierda abertzale estén gestionando «la escenificación del final de ETA con una entrega de armas pactada», y que además exijan al Gobierno español que dé pasos en política penitenciaria.

La ponencia asegura que «para el PP vasco, que ha sido víctima directa de ETA, que ha estado en primera fila, resistiendo, dando la cara, resulta difícil de entender que, precisamente ahora que la amenaza directa desaparece, dejemos ese liderazgo en el final de esta lucha contra el terrorismo a aquellos que tan poco hicieron para combatirlo».

Pese a todo, lo limitado de su capacidad política se evidencia cuando señala que «el final definitivo de ETA debe ser atendido como una de las obligaciones del Gobierno de España», mostrando al mismo tiempo que el Ejecutivo de Rajoy no cumple con su obligación y que, además, el PP de la CAV poco parece poder hacer para reconducir esa estrategia.

Mariano Rajoy participará el domingo en la clausura del Congreso y desde la dirección regional del PP se espera que pueda dar un paso adelante en la escenificación del intento de recuperación de ese liderazgo que reclama la dirección de Arantza Quiroga.

Sin embargo, ni la ponencia del PP de la CAV aporta ideas innovadoras al respecto, ni la intervención del presidente del Gobierno en el debate del «Estado de la Nación» hacen presagiar ningún movimiento.

Carmelo Barrio alaba a Manu Uriarte y promete hacer piña

El portavoz del PP de Araba, Carmelo Barrio, aseguró ayer que el concejal de Hacienda de Gasteiz, Manuel Uriarte -hombre que Arantza Quiroga baraja para sustituir a Iñaki Oyarzábal como secretario general-, es un edil «extraordinario» y un «magnífico compañero». Y añadió que sea él o cualquier otra persona la elegida como «número dos», el partido será «una piña».

La presidenta del PP de la CAV, Arantza Quiroga, está encontrando más dificultades de las previstas para componer el equipo directivo que tiene que salir del 14º Congreso Regional del próximo fin de semana. La filtración de su intención de relevar a Iñaki Oyarzábal, comunicada a los presidentes provinciales sin tener asegurado el consenso, generó una tormenta interna que todavía no ha amainado. El viernes, Quiroga volvió a cometer un error táctico, al anunciar que ese mismo día celebraría un encuentro con los dirigentes provinciales y podría dar a conocer el nombre de su candidato.

El viernes pasó sin que hubiera fumata blanca, aunque al día siguiente «El Correo» ponía sobre la mesa el nombre del candidato, Manu Uriarte, concejal gasteiztarra de 43 años, al que atribuyen capacidad técnica y posibilidad de manejar los hilos organizativos del PP.

Si esta fuera la opción final, queda por saber qué contrapeso pedirá o conseguirá el PP de Bizkaia, que ha realizado el gesto explícito de escenificar que es el territorio que más afiliados llevará al Congreso, y que parecía tener a Nerea Llanos como candidata a ocupar la secretaría general. GARA