Roberto Jiménez no aceptó ayer preguntas al término de sus encuentros con Geroa Bai e I-E. Se remitió a un comunicado del PSN que llegó a los medios minutos después, a las 19.13 horas, y en el que no aparecen las palabras «moción de censura». Las formaciones que se entrevistaron ayer con Jiménez afirmaron que el PSN les trasmitió su postura favorable a tomar esta medida y que las dudas estarían en Ferraz.

«La delegación socialista ha trasladado a Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra el compromiso firme del PSN-PSOE de articular un mecanismo político que permita la búsqueda de elecciones anticipadas», es a lo más que llega la nota del PSN. La última frase del comunicado es clave, puesto que asegura que tomará sus decisiones «sin olvidar que somos un partido federal cuyas decisiones se adoptan siempre desde el acuerdo mutuo».

El PSN reanudará hoy sus contactos con encuentros con Aralar-NaBai y el PP. La formación de Roberto Jiménez ha orquestado esta ronda para visibilizar que excluye a Bildu, pero tampoco va a poder reunirse con UPN, porque la formación de Yolanda Barcina ha rechazado su invitación.

La reunión con Geroa Bai en la sala de ponencias del Parlamento duró 45 minutos. Y, en la segunda con I-E, no aguantaron ni media hora. Jiménez acudió respaldado por Samuel Caro y Pedro Rascón, pero prácticamente el único que habló fue el secretario general. Las alusiones al diálogo con Bildu hacen daño a Alfredo Pérez Rubalcaba y eso provoca que Ferraz tenga dudas, les trasladó. José Miguel Nuin, el líder de I-E, confirmó a los medios a la salida que el PSN no tiene el coraje suficiente para desafiar la voluntad de Ferraz. Según los estatutos del partido, la competencia de los pactos en Nafarroa corresponde a Madrid y no se la van a saltar.

Las dudas aparecen en un momento crítico para las posibilidades del cambio en Nafarroa. Si Jiménez hubiera seguido el ultimátum que planteó el primer día, la moción de censura se habría registrado el lunes. Ahora mismo, nadie se aclara con los plazos. Preguntado por ello, Manu Ayerdi, líder de Geroa Bai, aseguró que a más tardar la moción debería presentarse «el viernes o el lunes». Nuin fue más concreto y aseguró que el límite tiene que ser este mismo viernes. Los plazos para convocar elecciones no dejan margen para mucho más.

«Zanjado» este mismo viernes

El elemento clave en la ecuación es el Comité Regional que se ha convocado para mañana por la tarde. Es el único foro donde el PSN puede hacerse fuerte ante las decisiones a nivel estatal, pues se entiende casi como un plebiscito con la militancia. El Comité Regional es el máximo órgano entre congresos y a las reuniones importantes van más de cien personas. Todo apunta a que en esa reunión se dará un fuerte espaldarazo para que la Ejecutiva dé el paso definitivo. El problema es que tiene que ser suficiente para disipar las dudas que existen en Madrid y, según la tesis de Nuin, debe conseguir el cambio de un día para otro, para poder presentar la moción el mismo viernes. El líder de I-E también dejó claro que lo que Jiménez les había traslado es que «en ningún caso prevén un escenario en el cual el PSN vaya por un lado y el PSOE por otro».

Pese a todo, I-E no cree que haya que darlo todo por perdido. «Han sido muy explícitos y muy claros» al afirmar que buscan el adelanto electoral, por lo que I-E les dará un voto de confianza de «48 horas», porque «esto, evidentemente, el viernes debe quedar zanjado».

Por otro lado, Nuin tampoco cerró la puerta a que, finalmente, se presente una moción de censura donde él sea el candidato, no Jiménez. «Nosotros haremos todo lo que esté en nuestra mano para que haya elecciones el 25 de mayo». De todas formas, aclaró que, en principio, es más lógico que lidere la moción el PSN y recordó que su coalición solo cuenta con tres de los 50 escaños que hay en la Cámara.

Geroa Bai, mensaje optimista

El portavoz de Geroa Bai, Manu Ayerdi, salió con un mensaje optimista del encuentro con el PSN. A pesar de ser el partido con menos representación en la Cámara, Jiménez le eligió para su primera reunión sin un argumento claro. De hecho, el orden establecido parece ir de más cercano al PSN a menos (Geroa Bai, I-E, Aralar, PP, UPN y exclusión de Bildu). En todo caso, para Ayerdi, la dirección del PSN está trasmitiendo un «compromiso claro» de plantear una moción.

El respaldo de Geroa Bai también fue rotundo a la hora de desalojar a Barcina. «Nosotros les hemos trasladado también nuestro compromiso en ese sentido, porque compartimos que esta situación de inestabilidad absoluta no puede prolongarse 15 meses y vamos a seguir trabajando», afirmó.

El parlamentario se aventuró también a decir que el PSOE ha asumido que «esta situación no puede prolongarse». Además, indicó que «el PSN es un partido que tiene una estructura federal y la toma de decisiones se produce de manera consensuada entre Navarra y Madrid. Y ese es un tema en el que se está trabajando».

Si bien el PSN elude con eufemismos como «mecanismo político» hablar públicamente de moción de censura, Ayerdi dejó claro que cuando se cerraba la puerta de la sala de ponencias, no se hablaba de otra cosa. «Hemos tenido ocasión de preguntárselo por activa, pasiva y reflexiva», aseguró.

Barcina pelea de cara a Madrid

Mientras el PSN echaba a andar esta ronda de contactos con las que está «rellenando» los días previos al Comité Regional, la presidenta sigue al ataque con el argumento que más eco consigue en Madrid: detrás de todo hay un pacto entre PSN y Bildu.

Barcina aseguró a los medios que, en las dos reuniones que mantuvo ayer Jiménez, se han logrado reunir «cinco votos», pero «aquí los verdaderos protagonistas son los que hoy no han estado, que son los 13 votos de Bildu». Y de nuevo, dejó claro que no piensa dimitir.

Ferraz tampoco rehuye la guerra abierta por Barcina. La última respuesta ha llegado de Óscar López, secretario general de Organización del PSOE, quien aseguró que su partido no volverá a sentarse a una mesa con Barcina «ni ahora, ni nunca». Es decir, el diálogo está roto con Barcina, pero no con UPN.

«Barcina se ha enrocado en una situación insostenible, envuelta en corrupción, frente a la fuerza de los hechos, con el rechazo de la sociedad navarra y la única compañía de un mensaje de ánimo: el que le envió Rajoy, muy similar, por cierto, al que el presidente del PP ofreció en su día a otro presidente autonómico de su partido, Francisco Camps», dijo López.