El filósofo mexicano Luis Villoro Toranzo, comprometido con la izquierda y activista social, falleció el pasado miércoles a a los 91 años en México. Nacido en Barcelona, era considerado uno de los pensadores más importantes de México y del mundo de habla hispana. Entre sus obras se encuentran «Estado plural, pluralidad de culturas», «De la libertad a la comunidad», «La significación del silencio» y «El poder y el valor: fundamentos de una ética política».

Uno de los temas sobre los que filosofaba era la política y la acción social, y entre ellos el asunto de la división de las izquierdas, sobre todo entre la partidaria y la no institucional, como la que representa el zapatismo.

Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e hizo estudios de posgrado en la Sorbona y en Munich, en la ex República Federal Alemana. Entre las distinciones y premios que recibió destacan el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1986.

En 1978 preguntaba «¿para qué la filosofía?», y respondía: «Todo progreso, toda liberación implica ruptura. La actividad filosófica es el tábano de la conformidad ideológica. Impide la tranquila complacencia en las creencias aceptadas, reniega de la satisfacción de sí mismo en las convicciones reiteradas. Con ello, da testimonio perpetuo de la posibilidad de liberación de la razón».