Es probable que todas lo estén de aquí a final de temporada porque el tiempo se va reduciendo y queda mucho trabajo por realizar, pero algunas jornadas llegan tintadas de un rojo especialmente llamativo. Y esta lo está, sin duda, para el Alavés.

Sobre todo porque, como la semana pasada, se enfrenta a un rival directo. Un Hércules al que, además, sobrepasará en la clasificación en caso de victoria, además de sentenciar definitivamente de su lado el golaverage tras el 3-1 de la primera vuelta en Mendizorrotza. También lo es porque los albiazules tienen la posibilidad de enlazar dos victorias, algo que únicamente han hecho en otra ocasión en toda la temporada -cuando encadenaron el triunfo ante, precisamente, el Hércules, y una semana después contra el Mirandés- y cuya importancia es considerable en una clasificación tan apretada como sigue siendo todavía a estas alturas la de Segunda.

En Alicante, claro, tampoco obvian la trascendencia del choque. Que afrontan con cierta confianza pese a su tropiezo de la semana pasada. Pero es que la derrota ante el Deportivo se produjo in extremis y después de que, según Quique Hernández, hubiera «jugado los mejores minutos de la temporada». Y después de que el conjunto blanquiazul enlazara dos victorias ante Mallorca y Ponferradina, lo que invita a pensar que no se encuentra precisamente en su peor momento.

Por si acaso, Juan Carlos Mandiá, buen conocedor de la casa herculina, advierte de que «tendremos un rival muy difícil enfrente. Tienen muy bienos jugadores, con buenos defensas, centrocampistas fuertes y buenos rematadores arriba. Es un equipo muy completo». Pero el técnico albiazul también recuerda que su propio equipo «está compitiendo bien» en las últimas jornadas. «Ahora mismo estamos más cerca de ganar casi todos los partidos que jugamos que de perderlos. Y eso es importante», subrayó. Para que el «cerca de» se convierta hoy en una realidad, «lo importante es que juguemos a fútbol y que corramos más que el rival, que lo demos todo», concluyó Mandiá, que podrá repetir el once que se impuso al Alcorcón, después de que Emilio Sánchez se haya recuperado del golpe que sufrió.