M.I. DONOSTIA

Reitman cambia la comedia social por el drama romántico en «Una vida en tres días»

Ha sorprendido que el realizador de «Gracias por fumar», «Juno», «Up in the Air» y «Young Adult» se pase de la comedia cargada de ironía y con trasfondo social al drama romántico de tono más triste e intimista. Siendo hijo de Ivan Reitman y cineasta como tu padre es normal que decantes por la comedia, pero Jason Reitman siempre ha buscado ser original a la hora de buscar temas para sus películas, partiendo de textos literarios muy interesantes. Y eso le ha podido a la hora de pasarse al drama romántico, porque ha encontrado una buena historia y, además fuera de lo corriente, en la novela original de Joyce Maynard, autora a la que Gus Van Sant ya adaptó con éxito en «Todo por un sueño».

También cuenta que el drama romántico es un género que permite desarrollar más en profundidad la dirección interpretativa, y en «Una vida en tres días» tiene la oportunidad de dirigir a Kate Winslet y Josh Brolin, una pareja que se compenetra a la perfección y hace creíble una historia de amor express, con todos los problemas de verosimilitud que conllevan los romances repentinos.

«Una vida en tres días», tal como se encarga de informar al público el título en castellano de la versión doblada, presenta un love story a la carrera. No es nada fácil, y solo está al alcance de maestros como Clint Eastwood en «Los puentes de Madison».

El título original de «Labor Day» hace referencia a la fiesta del trabajo en los Estados Unidos, que fue trasladada del Primero de Mayo al 1 de setiembre por razones obvias.

Pues bien, la acción transcurre durante ese fin de semana veraniego, en la New Hampshire de 1987. Describe el breve encuentro amoroso entre una mujer separada, madre de un hijo adolescente, y un fugitivo de la ley. Ella se ha separado a raíz de las depresiones que le provocaron las sucesivas pérdidas de sus siguientes hijos en el parto, por lo que cree encontrar en el forastero al hombre que puede suplir la doble ausencia del marido y del padre.

La película será disfrutable, siempre y cuando la audiencia acepte la posibilidad de que un ama de casa pueda enamorarse repentinamente del delincuente fugado de la cárcel que se refugia en su casa por la fuerza.