Jon ORMAZABAL
Campeonato de Parejas

Con respiración asistida

Tanto Berasaluze-Albisu como Urrutikoetxea-Beroiz necesitan ganar y que les acompañe otro resultado.

BERASALUZE - ALBISU 22

URRUTIKOETXEA - BEGINO 19

A pesar de que la victoria se la llevaron Berasaluze II-Albisu, tanto los finalistas del año pasado como Urrutikoetxea-Begino -sustituto de Beroiz- abandonaron el Bizkaia de Bilbo en una situación casi idéntica, vivos y con opciones de entrar en semifinales, pero dependiendo de los resultados de terceros para que se dé esa carambola que les permita salir adelante.

Ahora mismo, son Titín III y David Merino los únicos que, a pesar de su abultada derrota del sábado en Markina, dependen de sí mismos; una victoria sobre Urrutikoetxea-Beroiz -si el de Uharte se recupera- los metería cuartos y se acabarían todas las cábalas. Por su parte, las dos parejas rivales de ayer necesitan imperiosamente ganar su partido y que les echen una mano. Urrutikoetxea-Beroiz de Xala-Zubieta -rivales de Berasaluze-Albisu- y el de Berriz y el de Ataun de sus rivales de ayer.

Todo esto tras un partido muy disputado, en el que Berasaluze II-Albisu tuvieron que volver a enfrentarse a esos fantasmas que los han perseguido durante todo el campeonato; un final apretadísimo tras haber adquirido una ventaja con la que, en condiciones normales, hubieran tenido muy bien encarrilado el punto, con un 19-15 a su favor.

Error de Urrutikoetxea

La jugada clave del desenlace del encuentro estuvo en una pelota a la que incomprensiblemente Mikel Urrutikoetxea renunció a entrar con 20-19 en el marcador. Tras un tanto largo y peloteado, Pablo Berasaluze le recriminó que le había estorbado a la hora de soltar un pelotazo, pero el de Berriz llegó, golpeó la pelota a medio frontis, el de Zaratamo solo respondió a su protesta, se olvidó de la pelota y Aritz Begino, muy castigado, no pudo llegar a llevarla a buena.

Fue un tanto que puede servir para tomar la temperatura de un partido en el que la tensión se hizo notar desde el comienzo, con dos parejas jugándoselo todo. Aritz Begino, el único suplente, tuvo un comienzo complicado, siendo dominado por Jon Ander Albisu y dejando de llevar hasta tres saques sin excesiva complejidad.

Los colorados lo aprovecharon para tomar sus primeras rentas, pero estas nunca llegaron a ser demasiado importantes. Primero porque el propio Aritz Begino fue metiéndose en el partido, no quizá para llegar a dominar a Albisu, pero sí para minimizar su número de errores y soltar buenos pelotazos con los que discutirle la iniciativa al ataundarra, que también fue acumulando sus fallos.

En el ecuador del partido, Mikel Urrutikoetxea entendió que debía asumir más riesgos, que sus opciones de victoria pasaban porque él adquiriera protagonismo en el juego, algo que consiguió por momentos, con lo que el partido se equilibró, ya que Pablo Berasaluze sigue sin tener la continuidad que necesita y que sí tenía hace un año.

Eso sí, tuvo sus buenos momentos y sus buenos ganchos y aperturas que fueron las que permitieron a los colorados volver a tener una de esas rentas que no se pueden dejar escapar una y otra vez si se quiere seguir adelante en un Parejas que vuelve a mantener la emoción hasta la última jornada. Un par de nuevos errores les costaron otro susto pero, como el año pasado, Berasaluze-Albisu llegan al final con sus opciones.