IBILIZ IBILI | Marko SIERRA

Som Coi, la montaña esquilada

Bajo la denominación de Som Coi, (en francés Soum Couy) encontramos la referencia a esta montaña de 2.315 metros, situada a 1,5 kms. de Nafarroa y a 5 kms. de Zuberoa, y considerada «anexa a Euskal Herria». Es el punto culminante de la población de Arette -Areta o Ereta- y está localizada en el mismo límite occidental de la zona periférica del Parc National de Pyrennes. Esta montaña constituye la entrada occidental al Pirineo axial más continuo.

Situada en las entrañas del macizo de Auñamendi, Anie o Larra en posición septentrional, esta elevación es una de las mejores atalayas que la pirámide de Auñamendi posee («el Olimpo de los Vascos y las Vascas»), para su contemplación.

Esquiada y blanca, por la pista de esquí de San Martin que desciende por su ladera N; esquilada y blanca como una oveja, («la montagne pelée», tondue comme un mouton); y esquilmada y gris, por los pocos pinos negros que le quedan y por su sobre-explotación, además de por el tono gris de su roca, esta montaña es una de «esas» que recomendamos, cuando el grueso manto blanco dejado por el negu beltza invita a coger raquetas, crampones y piolet... cuando asoma el esquilado ovino en los hondos valles suletinos y del Baretous... porque es entonces cuando más rápido avanzas, evitando el grisáceo empedrado de los Arres de Som Coi.

Del centro de La Contienda

Sin debate, riña, disputa, ni rodeos, decidimos aparcar el coche en el parking de la helicoidal de La Contienda (1.720 m), para empezar esta excursión aquí y no en Ernaz-San Martin, con el fin de evitar una zona más inestable situada en el flanqueo sur del Arlas. Esto supone más desnivel, pero también más seguridad, a la vez que disfrutamos más de la silueta del Arlas, que de frente aparece entre los pinos.

Dejando a la espalda y detrás su centro de esquí, con las raquetas puestas, recorremos el circuito nº 1 de La Contienda hasta que el fondo de valle se acaba, donde afrontamos la subida al collado de Pescamou (1.918 m) que aparece al frente en dirección Este, al cual llegamos por una subida evidente, tras 45 minutos de ascensión. Es aquí donde el cercano Arlas se presenta más desafiante, donde dejamos detrás el lejano Ori y donde aparecen de pronto y de frente, Som Coi, Countende y Auñamendi en primer término, entrada a un pirineo más serio.

Como si se tratará de ascender al Auñamendi, giramos a la derecha en dirección SE hasta llegar al siguiente collado (Batikotxe, 1.939 m) con ligera subida y bajada, que alcanzamos a los pocos minutos (1h). Es aquí donde debemos dejar la senda que conduce al «Olimpo» y afrontar la parte más irregular de la ascensión. Para ello es preciso fijarnos en la pista de esquí situada a la izda y trazar una paralela un tanto irregular y aproximada a una distancia de unos 300-500 m, lo que supone entrar en terreno un tanto salvaje con numerosos subes y bajas. Para dulcificarlos es preciso recorrerlos con tendencia a ir a la base rocosa de la arista que desciende de la cima de Som Coi por el WNW.

Este segmento, algo costoso y perezoso, debe ser recorrido con buen tiempo, ya que en caso de niebla o mal tiempo el blanco de la nieve y la niebla nublan la vista, con lo que no queda otra que coger al Norte la pista.

Bajo el roquedo que se desprende de Som Coi (2.05h, 2.050 m), en ascenso y giro ligero a la izda, avanzamos buscando el punto más alto de la pista de esquí, en ocasiones tentados por las ganas de afrontar el ascenso directo a cima que asoma por la derecha. Para una mayor seguridad dejamos las tentaciones y, a unos 300 m del final de la pista de esquí, seguimos ascendiendo girando poco a poco a derecha en dirección E, lo que nos lleva en dirección inequívoca hacia una pequeña antena, situada junto a la arista, con barranco incluido, y frontera natural con el valle que desciende a Lescun. Sin llegar a esta, que dejamos a la izda, nuevo giro a la derecha para ascender unos minutos más hasta llegar a una suave elevación con vistas nítidas de la cima (2h 30´, 2.225 m).

Una de las peculiaridades de esta montaña es que, por su posición geográfica privilegiada, su altura, y su relativa cercanía al Atlántico, por un lado recibe una alta pluviometría (en ocasiones muchísima nieve), y por otro está abierta a los vientos, su cima es vapuleada día sí y día también por Eolo, lo que añadido al corte del barranco de su flanco S y E le convierte en cima muy venteada, la cual crea una cornisa blanca, en ocasiones de varios metros de anchura y profundidad, que cuelga directamente sobre el vacio, junto a la cual el terreno deja al desnudo una placa un tanto helada.

Es por ello por lo que a falta de 10´ para la cima suelen ser necesarios los crampones y, con la ayuda del piolet a mano izda, separados unos metros de la cornisa, afrontaremos sin problemas los metros finales que restan a la cima, señalada y evidente (2h 40´, 2.315 m). Con buen tiempo desde aquí, la Norte del Auñamendi, la morada de Yaunagorri y Maithagarri, es espectacular.

Si el tiempo se estropea (las nubes recorren esta zona como Pedro por su casa) a unos 800 m de la cima, 200 m por debajo y en dirección NE y luego NW, se sitúa el final de la pista de esquí, que nos guiará a la misma Estación, a 4 kms por carretera del coche. Si en ese descenso las nubes se levantan, bajo el Arlas subimos a Pescamou y de ahí volvemos. Si hace buen tiempo, deshacemos este mismo recorrido hasta que en Batikotxe, en vez de ir a Pescamou, descendemos hacia el W en descenso con el Ori como telón de fondo, para llegar al circuito 3 de La Contienda y de ahí al final (5.05h).