Pilar García de la Torre
GUTUNAK

Ormazabal en Igorre

Estoy padeciendo los efectos de la crisis de forma directa, desde que el pasado diciembre la empresa Ormazabal Velatia despidió a mi marido y a cuatro trabajadores más de los trescien- tos empleados que forman su plantilla. Una estrategia que viene dada por un decisión unilateral que en ningún caso responde a la situación empresarial, ya que tras plantear diferentes alternativas para la readmisión de los despedidos, la empresa sigue sin dar un paso para atrás. Sencillamente la empresa Ormazabal se suma al carro de la crisis, ya que con estos cinco despidos lo único que intenta conseguir es robarme mis planes de futuro y mis sueños, desilusionarme y meterme miedo.

Miedo en sentido de incertidumbre, ya que no se me había pasado por la cabeza que lo que ha ocurrido me podría alcanzar. ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar los empresarios? Realmente son tiburones del Bienestar Social, ya que llevo 3 meses intentando pensar la justificación de sus despidos y no encuentro ninguna lógica a esa decisión, ya que con una facturación de 575 millones de euros no sé lo que pretenden con los despidos; simplemente, dar cobertura al saqueo de derechos que estamos viviendo.