Uno de los habituales tópicos de todos los derbis es atribuirles de antemano la condición de duelos equilibrados y, en consecuencia, adjudicarles el empate como el resultado más factible. En el caso de los enfrentamientos entre Osasuna y Real ese pronóstico no tiene muchas probabilidades de que se materialice. Más bien al contrario, la historia reciente demuestra que hay un factor muy importante en el electrónico final: ser propietario del terreno de juego.

Y es que los envites entre navarros y guipuzcoanos del presente siglo tienen un claro tinte hogareño, bien se dispute el encuentro en El Sadar o en Anoeta, algo que se ha acentuado desde la temporada 2004-2005. A partir de entonces, dos de cada tres marcadores han tenido signo local, solo alterado por tres igualadas sin goles y una única victoria rojilla en Anoeta en la campaña 2005-2006.

En los más recientes precedentes del partido que se disputará mañana, Osasuna ha conseguido sacar adelante cinco de los seis últimos compromisos en su estadio frente a la Real, quien solo consiguió puntuar el año pasado con un 0-0 que se quedó corto para sus merecimientos en un momento de la temporada en la que los txuri urdines iban embalados hacia la Champions.

Es una estadística que a los rojillos les vendría de perlas prolongar en un momento en el que están acuciados por obtener una victoria que acabe con la sangría de cinco derrotas consecutivas que les ha llevado a estar de nuevo al borde del abismo. Sin ser marcadores abultados, Osasuna consiguió vencer por 3-1 (2010-11), y sendos 2-0 (2005-06 y 2006-07) y 1-0 (2004-05 y 2011-12) en este reciente periplo. Cualquiera de esos resultados les resultaría idóneo a los de Javi Gracia para pasar la fatídica barrera de los 29 puntos.

Armenteros y De las Cuevas

Aunque habrá que esperar a la sesión matinal prevista para hoy, Javi Gracia podría disponer de un amplio abanico de posibilidades para confeccionar la línea de tres por detrás del delantero, a no ser que mantenga la idea del trivote de Vallecas, una opción que parece poco probable jugando en casa.

Ayer, tanto Emiliano Armenteros como Miguel de las Cuevas se ejercitaron de manera completa con el resto del grupo. En el caso del argentino fue la primera ocasión tras sufrir una sobrecarga frente al Sevilla y no medirse al Rayo, mientras que alicantino encadenó su segundo entrenamiento largo después de romperse un dedo del pie.

En todo caso, tal y como se ha mencionado, habrá que aguardar a la finalización del entreno de hoy para comprobar si los servicios médicos del club los consideran alta médica y si el técnico rojillo decide incluirlos en la lista con tan pocos días de ritmo de entrenamientos.