Como la semana pasada, con la firme intención de dar todo el tiempo posible a su mano izquierda a recuperarse, no será hasta la víspera del partido del sábado en el Labrit cuando Juan Martínez de Irujo tome la decisión definitiva sobre su presencia en lo que para sus intereses es ya una auténtica final. Tras la ecografía a la que fue sometido el lunes, en la que se descartaba una lesión más grave, su propia empresa anunciaba una decisión para mañana, pero el pelotari quiere apurar hasta el último segundo, con la firme intención de poder jugar.

Al contrario que la semana pasada, cuando decidió no acudir a la elección de material del Ogeta gasteiztarra, el pelotari de Ibero sí que estuvo ayer en la cita con el cestaño, pero se limitó a golpear la pelota muy cerca del frontis, sin correr ningún tipo de riesgo. «Tampoco he probado mucho. La verdad es que todavía quedan días, no voy a forzar nada y el viernes será cuando tome la decisión. Quedan todavía 48 horas y voy a apurar todos los medios posibles para que la mano mejore. Creo que no es plan de darle ahora con todo y que la mano se resienta, quiero agotar todas las posibilidades que tenga para jugar», explicó cuando se le preguntó por sus sensaciones.

Durante este leve peloteo no se percibió ningún gesto de dolor en el pelotari de Aspe, pero el de Ibero quiere ser cauto. «El viernes pasado con solo calentar tampoco sufrí de la mano, pero en cuanto empiezas a golpearle fuerte es cuando ves, de verdad, cómo estás. No me quiero hacer ninguna ilusión porque el viernes pasado ya me llevé un palo gordo», agregó.

Me ha salido rana

Eso sí, el pelotari tuvo en todo momento una sonrisa en la boca, a lo que tampoco dio excesiva transcendencia. «A mí se me ve sonreir creo que bastantes veces. Estoy a gusto entre amigos y me quiero olvidar un poco de la mano, que no es fácil».

Pocas veces está un pelotari en plenas condiciones y se le preguntó a Irujo si no hubiera sido conveniente haber parado, por precaución, alguna semana antes, cuando su pase a semifinales ya estaba asegurado. «Echando la vista atrás claro, pero yo pensaba que no era para tanto. En la ecografía se ha visto que no es una lesión grave, pero el problema es que está en un punto muy complicado de la mano para cubrir. Si hubiera parado en su día, ahora estaría bien pero nunca sabes cómo acertar. Muchas veces vas con un pequeño dolor en la mano, terminas el partido y se ha curado, poniendo bien los tacos. No sabes cómo acertar, de las veces que he arriesgado saliendo al frontón, la mayoría me han salido bien y esta me ha salido rana. Pero estamos con vida y queremos entrar en la final».

Su compañero Abel Barriola sufrió en sus carnes la ausencia de un pelotari del potencial de Martínez de Irujo, pero dice haber olvidado lo sucedido en el Ogeta. «Está claro que cubrir el hueco de dos pelotaris como Juan y Aimar es muy difícil, son dos grandes figuras. Juan está haciendo todo lo posible para curarse y para jugar, si él está perfecto, pero si no también. Jugaré con Aritz -Lasa- y, aunque la otra vez perdimos, juego muy a gusto con él y no hay excusa. Estas cosas suceden en el deporte y a hay que amoldarse».

Lo que ambos tienen claro es que, juegue quien juegue, su única opción de seguir manteniendo vivas sus opciones de entrar en la final es consiguiendo la victoria ante Urrutikoetxea-Beroiz. Luego, una vez conseguido el primer punto, les ayudaría mucho que Aimar Olaizola y Aretxabaleta ganen los dos partidos que les restan por disputar y jugárselo en la última jornada ante sus compañeros de empresa Xala-Zubieta, ya que el average particular les es muy adverso con los de Asegarce con 22-8 del sábado pasado en el frontón gasteiztarra.