GARA DONOSTIA
La actualidad

Un motivo de orgullo

Por cuarta vez en su historia, la Real está a punto de certificar su segunda participación europea. Un motivo de orgullo para el equipo, encabezado por un Jagoba Arrasate que supera a sus predecesores.

Solo ha pasado tres veces anteriormente, lo que da buena muestra de la dificultad que entraña. Pero lo repetirá, salvo batacazo mayúsculo, en unas semanas la Real que, por cuarta vez a lo largo de si historia, conseguirá la clasificación para competiciones europeas en dos temporadas consecutivas.

Un motivo de orgullo, coinciden los futbolistas txuriurdines, participen con menos o más minutos en el logro. Entre quienes lo está disfrutando en primera persona se encuentra Markel Bergara, que coincide en el diagnóstico. «Es para estar contentos y orgullosos», asegura el centrocampista, por mucho que el altísimo listón de la temporada pasada haya empequeñecido para algunos el billete para la Liga Europa con que, en principio, saldará la temporada la Real.

«Somos conscientes de lo que somos y el año pasado fue lo que fue. Este año también está siendo bueno -subrayó Bergara-. En toda la historia de la Real sería la cuarta vez que se consigue entrar en Europa dos veces seguidas. A mí me está tocando vivirlo y creo que los aficionados también lo saben reconocer y lo están disfrutando».

Qué decir del propio jugador elgoibartarra, que «en los dos años me está tocando vivir momentos buenos, estoy participando mucho, las piernas me están yendo bien, a nivel futbolístico estoy contento y, sobre todo, cuando uno está dentro y a nivel de resutados el equipo funciona, es cuando más disfruta uno», se felicitó.

Buena parte de la responsabilidad de esta exitosa temporada corresponde a Jagoba Arrasate. Tanto, que sus números mejoran los de sus dos predecesores -Martín Lasarte y Philippe Montanier- en la temporada de su debut en el banquillo. Y, cuando aún quedan cuatro jornadas por delante, todavía pueden mejorar -aunque necesitaría un pleno de triunfos-, con lo que el entrenador vizcaino está incluso en disposición de igualar el registro de Montanier el año pasado, cuando clasificó al equipo para la Champions League al alcanzar los 66 puntos.

Muy por debajo estuvo Martín Lasarte el año de su debut en Primera, cuando obtuvo 45 puntos tras una buena primera vuelta y una caída en picado en la segunda que llegó a comprometer la permanencia, precisamente el año que había recuperado la categoría. El año anterior, en Segunda, el uruguayo había superado ampliamente esos números, alcanzando los 74 puntos, que dieron el ascenso a la Real. Claro que fue en 42 partidos, con lo que equivaldrían a 66 con las 38 jornadas de Primera, una cifra que todavía puede igualar Arrasate.

Para encontrar un mejor inicio como entrenador de la Real en Primera hay que remontarse al año en el que Reynald Denoueix se hizo con el subcampeonato de Liga y clasificó al equipo para la Champions League, al llegar hasta los 76 puntos. Podría valer la comparativa, en este caso, con la campaña posterior, la 2003/04, en la que la Real compatibilizó, como en la actual, tres competiciones, incluyendo la Liga de Campeones.

Un termómetro que sonríe a Arrasate, que ha clasificado virtualmente a los txuriurdines para la Liga Europa, además de alcanzar las semifinales de Copa. La Real del segundo año de Denoueix, sin embargo, cayó a las primeras de cambio en el torneo del K.O. y tuvo que conformarse con 46 puntos, frente a los 54 que, a cuatro jornadas del final, tiene esta Real.

Arrasate, de hecho, tendría todavía la opción de mejorar los puntos que logró Bernd Krauss en la campaña 97/98, cuando la Real llegó a los 63 para clasificarse en la tercera plaza y conseguir billete europeo.

Todos en condiciones

Para eso, la Real tendría que firmar el pleno en este último mes de competición. Y no parece fácil, pese a que vaya a enfrentarse a algún rival teóricamente asequible. Arrasate, al menos, podrá contar con toda su plantilla de cara a la recta final de una Liga en la que esa no ha sido precisamente la tónica. De hecho, todos los integrantes de la plantilla excepto Javi Ros han pasado por la enfermería, en algunos casos con dolencias de considerable gravedad.

Como Granero que, precisamente, puede convertirse en una de las novedades que inicie el partido en el Benito Villamarín. La sanción de Pardo puede suponer un paso definitivo en el regreso de Granero que, tras siete meses de ausencia por lesión, acumula dos semanas de trabajo con el grupo. También está en condiciones de entrar en la convocatoria, aunque habrá que ver si en el once, Xabi Prieto, recuperado del esguince de tobillo.

El técnico txuriurdin recupera además a Antoine Griezmann e Iñigo Martínez, tras cumplir sus sanciones. Este último advirtió ayer del peligro que, pese a las apariencias, encierra la visita a un Betis que «luchará hasta el final. No van a tirar el partido por la borda. Dejar no se van a dejar -afirmaba- y será un partido complicado como todos», aseguró el central, que abogó por abtraerse de la situación de los andaluces, «apoyarles y respetarles pero intentar ganar».