BUDUCNOST 21

GYÖRI ETO 27

Hasta hace 12 meses el Györi llevaba una década desesperado en busca de su primer título continental, y ayer sumaba su segunda Champions consecutiva mostrando una gran solvencia y control de la situación. Desde el primer gol del partido, Görbicz empezó a dar detalles de que tenía un día inspirado (marcó goles preciosos, como ese primero con una finta al débil, o una rosca al ángulo alto desde el extremo izquierdo, y se hartó de repartir asistencias a su pivote y sus extremos), y el golpe que sufrió Lazovic (designada mejor defensora de esta Champions hace unos días) antes del minuto 10, que le impidió volver hasta la segunda parte, fue un filón para el Györi.

El bloque central defensivo del Buducnost no es el mismo sin Lazovic, y la primera línea húngara hizo estragos, sobre todo Amorim con su potencia para penetrarla. Y cuando las montenegrinas les tomaban la medida a las laterales del Györi entraba en acción su segunda línea, tanto la pivote Löke como sus extremos (9 goles a lo largo del partido, que fueron una de las principales claves de la clara victoria), sobre todo por el lado derecho, donde los 2 goles de Bodi primero, y los 4 de Orban después, hicieron mucho daño. Tras el descanso volvió Lazovic, Woltering empezó a parar tras un inicio flojo, y Neagu por fin pudo conectar con Cvijic, que solo había tocado un balón antes del descanso. Pero Görbicz aguantó al Györi con sus tantos (4) y asistencias, manteniendo siempre la ventaja en 4-5 goles.