Anjel Ordóñez
Periodista
TXOKOTIK

Elecciones, un par de cosas claras

No se puede ser demócrata sin reconocer el derecho de los pueblos a elegir libremente su futuro». En el maremágnum de consignas, promesas, envites y salvas que hinchan la campaña electoral, terminan por llamarme la atención frases como esta de Josu Juaristi, cabeza de lista de EH Bildu al Parlamento Europeo. Sencillas, irrebatibles. El contexto nos dibuja unos comicios tradicionalmente poco atractivos (en 2009 solamente votaron el 45% de los censados), con las miradas puestas en la amenaza ultraderechista (que ha reavivado el debate sobre la legitimidad de una hipotética -y hasta probable- mayoría en Francia con el Frente Nacional o Inglaterra con el xenófobo y antieuropeo UKIP) y la constatación del avance de las soflamas populistas, que saben como nadie aprovechar el río revuelto para pescar en las aguas de la insatisfacción y el hartazgo ciudadanos.

Aunque este parece ser el marco general del 25M, para Euskal Herria -y otros pueblos como el catalán o el gallego- el verdadero reto de estas elecciones es solamente tan sencillo como profundo: reclamar el derecho a decidir su futuro en libertad. Nada más, nada menos. Corregir el desequilibrio que actualmente imponen los estados español y francés, a través de la defensa del ejercicio del derecho a la autodeterminación de los pueblos. Un ejercicio que cimienta la misma esencia de la democracia, y cuya negación pone a prueba, como bien dice Juaristi, la calidad del sistema de libertades que dirige la Comunidad Europea y sus instituciones comunes.

Evidentemente, la cuestión nacional no es la única cuestión. Crisis económica persistente, insostenibles niveles de paro, empobrecimiento de amplias capas sociales de la sociedad, urgentes retos de defensa medioambiental, racionalización del consumo energético... son desafíos esenciales para los ciudadanos y los indicios apuntan a un avance en el apoyo a las propuestas de izquierda en las urnas. Queda saber si esa izquierda resistirá el hándicap de la atomización, si es capaz de aglutinarse para reventar el bipartidismo y articular políticas efectivas que pongan coto al gobierno totalitario del poder económico.